Investigador del IPN gana Premio de Ingeniería Ambiental 2011
La distinción la obtuvo por el desarrollo de un procedimiento de incineración de residuos peligrosos, biológico infecciosos o de manejo especial, bajo el concepto de “mezcla óptima” y compatible con el cuidado del medio ambiente.
Su investigación representa una alternativa tecnológica viable y eficiente para el tratamiento de residuos originados por los servicios de salud, tales como fármacos caducos, punzo-cortantes, patológicos y cultivos y cepas, entre otros.
El maestro Saúl Hernández Islas, quien es profesor de la UPIBI del IPN, realizó una investigación de cinco años que culminó con la tesis “Determinación de una mezcla óptima a incinerar, de residuos peligrosos, y de manejo especial que facilite su tratamiento térmico y contribuya a disminuir los niveles de emisiones de contaminantes al ambiente”.
El académico politécnico señaló que el concepto central de su trabajo consiste en el desarrollo de un procedimiento de incineración exacto, con el cual se determina qué tipo de residuos no van a generar impactos contaminantes en la atmósfera y el agua, y si las cenizas generadas no representan un riesgo para la salud y el entorno ambiental.
Dicho procedimiento de incineración planteado en el trabajo de tesis del investigador del IPN se sujeta a los requisitos de manejo de los residuos peligrosos y biológico-infecciosos, que prevé la legislación ambiental, bajo la norma NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002.
Al respecto, Hernández Islas dijo que la tesis se sustenta con investigación documental, de campo y experimental, en torno al eficiente manejo de los residuos biológico-infecciosos, bajo el concepto de “mezcla óptima” para que el sistema de incineración sea eficiente, con el combustible necesario y se aproveche la energía calórica que los mismos residuos generan, lo que se traduce en una sensible disminución de los costos de operación de tratamiento de dichos residuos.
Recordó que en México se generan cada año alrededor de seis millones de toneladas de residuos peligrosos, de los cuales sólo un pequeño volumen entra en un proceso de reciclaje o eliminación, por lo que la mayoría de ellos se quedan sin el tratamiento adecuado, afectando al medio ambiente.