El papa Benedicto XVI se reunió ayer con ocho víctimas de abuso sexual en Malta y prometió que la Iglesia haría “todo lo que está en su poder” para llevar a los culpables a la justicia y proteger a los jóvenes.
“Fue emocionante. Todos lloraron”, dijo Lawrence Grech, una víctima de 37 años, luego de la reunión privada con el Papa, que se produjo después de la misa que ofreció Benedicto XVI en el segundo y último día de su visita a Malta.
La reunión, anunciada sólo después de haber terminado, fue el primer gesto del Pontífice desde que una nueva ola de escándalos de abuso sexual afectó al catolicismo romano en meses recientes. Previamente se había reunido con víctimas de Estados Unidos y Australia.
“Él rezó con ellos y les aseguró que la Iglesia está haciendo, y continuará haciendo, todo lo que está en su poder para investigar las acusaciones, a fin de llevar a la justicia a los responsables de abusos e implementar medidas efectivas para proteger a los jóvenes en el futuro”, señaló un comunicado del Vaticano.
