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Pulque y ferrocarriles, claves para el crecimiento económico: Zarco

De las raíces del maguey, como el que se ubica en la entrada del Museo de los Ferrocarrileros, surgió la diosa Mayaguel para alimentar con pulque de  sus 400 pechos, a los conejos y a los cientos de asistentes a la fiesta tradicional que se realizó en  la inauguración de la exposición temporal Del Tinacal a la aduana. El pulque y el ferrocarril, una colección de objetos del casco de la ex Hacienda Los Olivos, municipio de Zempoala, Estado de Hidalgo, que incluye cinco tinas de fermentación, una tina de madera de fermentación, cinco barricas de 250 litros, dos castañas de 125 litros, cuatro castañas chatas, un “burro” de madera con diez collares, dos tapas tepa de barro, herramienta para ranurar el cajete de la piña del maguey; el altar, banco para llenar las tinas; documentos de la hacienda, libros sobre el pulque y una vitrina.

Como dos industrias hermanadas, la pulquera y la del transporte ferroviario deben ser rescatadas e impulsadas en cualquier proyecto de nación que se proponga un desarrollo independiente, autosostenido y soberano, y estas deben estar al servicio del Estado y no de manos privadas, y mucho menos extranjeras, afirmó en la inauguración de esta exposición el maestro Salvador Zarco Flores, director del Museo de los Ferrocarrileros, de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal.

Ante invitados de los gremios pulquero y ferroviario, algunos con sus trajes de la Revolución Mexicana, quienes degustaron varios litros de pulque y comida tradicional mexicana, como taquitos y tlacoyos de alverjón, Zarco recordó que en diversas épocas y condiciones, ambas industrias han sido desfavorecidas por los gobiernos y avasalladas por otras empresas. Hay que recordar, dijo, que algunos gobiernos, para favorecer la industria cervecera y la del transporte terrestre, emprendieron campañas de desprestigio e impulsaron acciones desfavorables para las dos, entre ellas la prohibición del pulque, durante la época de la Colonia.

Consideró que el pulque y los ferrocarriles son pieza clave en el impulso del crecimiento económico del país y dos elementos esenciales de la cultura y la historia de México. En ese sentido, consideró que es obligación del Estado y de los gobiernos impulsarlas y rescatarlas.

Con base en ello, explicó que la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, a través de la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural, y el Museo de los Ferrocarrileros, presentan esta exposición de objetos cuya propiedad es de Antonio Mateo Linaza Ayerbe, propietario del casco de la ex Hacienda Los Olivos, Municipio de Zempoala, Estado de Hidalgo, con la finalidad de mantener viva y palpable la tradición del pulque.

Luego del corte de listón y un performance de la diosa Mayaguel y los conejos, los asistentes realizaron un recorrido por la muestra y recibieron una explicación sobre la utilidad de las cinco tinas de fermentación, la tina de madera de fermentación, las cinco barricas de 250 litros, las dos castañas de 125 litros, las cuatro castañas chatas, el “burro” de madera con diez collares, las dos tapas tepa de barro, herramienta para ranurar el cajete de la piña del maguey, el altar, el banco para llenar las tinas, y los documentos de la hacienda, así como los libros sobre el pulque y la vitrina.

Esta exposición que rinde memoria a las industrias ferrocarrilera y del pulque, que hasta el siglo pasado estuvieron ligadas, se exhibe del 20 de agosto al 29 de febrero de 2012, en el Museo de los Ferrocarrileros, que se ubica en la Villa de Guadalupe, en la delegación Gustavo A. Madero.

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