Después de casi tres semanas de suposiciones sobre la salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que despertó su ausencia de la escena política y su Twitter; el día de ayer el presidente venezolano leyó un comunicado por cadena nacional en el que confesó que fue a la isla para tratarse una lesión en la rodilla, pero que unos estudios le detectaron una “extraña formación en la región pélvica, que tenía un alto riesgo de provocar una infección generalizada”.
Poco después le diagnosticaron un tumor cancerígeno, que fue extirpado. Ahora se encuentra bajo tratamiento, sin fecha de regreso a Caracas.
El anunció puso fin a la incertidumbre que había en los países de América Latina como Europeos, ya que el Gobierno encabezado por Chávez no había dado a conocer ningún informe médico sobre el diagnóstico concreto del mandatario.
De hecho, solamente se había informado de una de las dos cirugías a las que fue sometido el presidente.
Chávez fue sometido en total a dos operaciones: una debido a un absceso pélvico, de la que el pueblo venezolano había sido informado, y otra posterior, para extraer este tumor, al parecer también situado en la zona pélvica.
