Recientes investigaciones realizadas por científicos estadounidenses, indicaron que el análisis sanguíneo de las mujeres embarazadas es fiable para revelar el sexo del bebé a siete semanas de gestación, así como descartar anomalías genéticas que pongan en riesgo la vida o el desarrollo del feto.
El estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) sugiere que el ADN del feto puede analizarse a partir de la sangre de la madre a través de un método más preciso que un análisis de orina o incluso una ecografía y una amniocentesis.
“La disponibilidad de una alternativa confiable no invasiva para determinar el sexo del feto reduciría la pérdida no deseada de éste y presumiblemente sería bien recibido por las mujeres embarazadas con fetos con riesgo de anomalías”, puntualiza JAMA.
En base a la revisión de 57 investigaciones previas, los científicos observaron que la metodología para determinar el sexo del bebé, al analizar el ADN del feto en el plasma materno, precisa que las pruebas de sangre fueron más eficientes que cualquier otro estudio, determinando el sexo en un índice de probabilidad entre el 95 y el 99 por ciento correcto.
En su reporte sobre el estudio, The New York Times, indicó que para determinar el sexo del bebé, las mujeres deben enviar una muestra de sangre a un laboratorio, en el que si se logra detectar el cromosoma, el feto es varón; mientras que la ausencia del cromosoma determina que el bebé es de sexo femenino, prueba que ya ha sido regulada por la Agencia de Alimentación y Medicamentos en Estados Unidos.
