Por: Ana Castañer
MundoDeHoy.com .- Una de las grandes preocupaciones de la humanidad ha sido encontrar, conseguir, la relentización del envejecimiento, así los científicos invierten sus investigaciones en este sentido; en la actualidad la científica Cynthia Kenyon, bióloga molecular es una de las mayores expertas en la lucha contra el envejecimiento, y busca fármacos que alarguen la vida humana, pero sin alterar nuestros genes.
Y estos trabajos que son encomiables chocan con las teorías de que los humanos vivimos demasiados años y salimos muy caros a la sociedad, véase, cuidados médicos, gastos de farmacia, pago de pensiones etc…
Pero si profundizamos y analizamos más allá de la simple noticia con trascendencia periodística podría pensarse, que los avances científicos podrían ser una selección donde los ricos podrían acceder a estos beneficios de alargamiento vital, en buenas o perfectas condiciones, mientras la humanidad con pocos recursos, se morirían con sus enfermedades o achaques propios de la edad. Se produciría así una selección tan agresiva y deshumanizada, como otras que ha sufrido la historia de la humanidad y no hace muchos años. Creo que este tema tiene en sí mismo suficiente transcendencia como para meditarlo en profundidad. De hecho, la crionización ya es un ejemplo de esta selección; Disney y otros ahí están, esperando una situación propicia para volver a la vida.
En el 2016 el profesor David Goodall, logró movilizar a la opinión pública australiana porque la Universidad en la que ha trabajado muchos años, no le mandara a casa. A sus 102 años le pidieron que no fuese a la Universidad a impartir sus clases por razones de seguridad, pero él que estaba “plena forma” quería seguir siendo útil.
En las culturas orientales a los mayores, se les tiene “como sabios” por su experiencia vital y sus consejos llenos de sensatez. Por el contrario, en occidente se aparta a los mayores como si de muebles viejos se tratase, en lugar de aprovechar sus experiencias y sus conocimientos para mejorar tantas cosas, que son mejorables y que pueden hacer las personas mayores con cierta edad: charlas en los colegios, talleres de diversas actividades, costura, cocina, idiomas, teatro, pintura, etc. Sería un complemento humanizante, para esta sociedad que deshecha todo lo que no sea “marca” extranjero o que sobrepase los 60 años.
Mientras todo esto ocurre en España, 17.423 personas, superan los 100 años, según el I.N.E., y si continuamos con esta tendencia de llegar a los 100 años, será lo habitual. ¿Y qué será de nosotros?, ¿podremos seguir cobrando pensiones dignas o se buscará alguna argucia para evitarlo?. Espero que los mayores al menos tengan valor como voto político… podrían ser interesantes a este fin. Ya lo decía mi madre ¡que malo es llegar a viejo!. Larga vida a todos.
