Familiares y amigos despidieron el día de ayer los restos de Amy Winehouse en una ceremonia realizada en la intimidad en Londres.
El padre, la madre, el hermano y amigos de la cantante, además de miembros de su grupo acompañante y celebridades incluyendo el productor Mark Ronson, y la conductora de televisión Kelly Osbourne, con un peinado batido en el estilo característico de la cantante asistieron a la ceremonia en el cementerio londinense de Edgwarebury.
Fotógrafos y algunos admiradores se encontraban en el camino exterior.
El servicio judío fue encabezado por un rabino e incluyó oraciones en inglés y hebreo y recuerdos del padre de Winehouse, Mitch. El taxista y cantante de jazz, que fomentó el amor de su hija por la música, concluyó la elegía con las palabras “Buenas noches, angel mío. Mamá y papá te quieren mucho”.
El servicio concluyó con una interpretación de la canción de Carole King “So Far Away”, una de las favoritas de Winehouse.
La diva del soul, que llevaba años luchando contra la adicción al alcohol y las drogas, fue hallada muerta el sábado en su apartamento en Londres.
Una autopsia realizada el lunes no pudo determinar la causa de muerte. Se aguardan los resultados de los análisis toxicológicos en las próximas dos a cuatro semanas.
El lunes, su familia de la cantante visitaron la casa donde murió y agradecieron a la gente que dejó flores, tarjetas y otras ofrendas.
En su breve carrera, Winehouse hizo apenas dos discos, el segundo de los cuales, “Back to Black”, ganó cinco premios Grammy. Aparecía con frecuencia en los titulares de la prensa debido al abuso de drogas y alcohol, los trastornos alimenticios, las relaciones destructivas y conciertos interrumpidos o cancelados.
Desde su muerte, sus canciones han vuelto a ocupar posiciones en las listas de los más vendidos, y sus colegas en la música no han escatimado elogios.
