Campesina
Una campesina, preciosa y muy despampanante entra en un centro de comunicaciones internacionales para enviar un mensaje a su madre.
Cuando el hombre le dice que costará 300 pesos, ella exclama:
– Ayyy, cielos!, no tengo ese dinero. Pero necesito enviar ese mensaje a mi madre ¡como sea!
El hombre arquea una ceja (como podemos imaginar) y le dice – Cómo sea?
– Por favor!!, exclama la muchacha.
– Bueno, entonces sígueme – dice el hombre caminando hacia el fondo. La mujer lo sigue.
El hombre dice:
– Entra y cierra la puerta, arrodíllate. Ella obedece.
– Bájame el cierre del pantalón.
La campesina le baja el cierre…
– Ahora sácamelo… – dice él, ya bien excitado.
Ella mete su mano, lo alcanza y lo saca… hace una pausa.
El hombre cierra sus ojos y excitadísimo susurra casi sin voz: – Bien…..adelante mujer!!
La campesina, muy lentamente y de una manera incrédula acerca sus labios mientras sostiene con una mano el miembro y, aún dudando y con voz temblorosa, dice:
Hola??? ¿¿¿Mamá??? ¿Me escuchas?