La dieta rajástica
Es una dieta originaria de la India. Según sus principios, las personas construyen su futuro en cada alimento que consumen.
Una de las máximas de esta dieta es que “se debe comer para vivir y no vivir para comer” y que los alimentos deben prepararse con amor, servirse con devoción y consumirse con alegría.
La dieta rajástica persigue la unión y armonía entre mente, cuerpo y espíritu, a través de la alimentación. Esta dieta es seguida por quienes practican disciplinas exigentes como el Kundalani Yoga o algunas otras artes marciales, y está recomendada para quienes viven y trabajan en el mundo actual y cotidiano, pero desean tener una mente meditativa.
La dieta rajástica utiliza las especies y las salsas picantes, así como los frutos secos y verduras. Elimina todas las proteínas animales por lo que se excluye la carne, los huevos, quesos duros y alimentos grasos.
La dieta rajástica tiene tres raíces esenciales consideradas regalos de Dios, estos alimentos son: el jengibre, el ajo y la cebolla. Comerlos por separado es beneficioso, pero si se comen juntos producen una interacción que amplifica sus efectos benéficos en el organismo, según afirman sus seguidores.
El ajo tiene propiedades tonificantes, es estimulante digestivo y se cree aumenta la virilidad. La cebolla purifica la sangre y estimula la producción de semen en los hombres. Por su parte el jengibre, -un alimento muy utilizado en la cocina asiática-, alimenta el sistema nervioso y también es un estimulante digestivo.
Algunas comidas de la dieta rajástica
Los siguientes son algunos de los platillos más típicos de la dieta rajástica
• Kitcheree: Consiste de un preparado a base de arroz, ajo, cebolla, jengibre, soja, especies y aceite de oliva que se acompaña generalmente de distintas verduras hervidas, queso fresco, yogur y salsa picante. Es una preparación liviana, nutritiva, estimulante y purificadora.
• Lasi de mango
Es un alimento hecho a base de mangos que se licúan a alta velocidad junto a dos yogures, tres cucharaditas de miel y una cucharada de agua de rosas. Se recomienda tomarlo inmediatamente después de batirlo.
• Te yogui
Es un té condimentado con varias especies. En una taza y media de agua hervir durante 10 minutos: tres clavos de olor, cuatro vainas de cardamomo, cuatro granos de pimienta negra, media raja de canela, un trozo de raíz de jengibre. Después se le agrega el té negro (un cuarto de cucharada) y se deja reposar dos minutos. Se cuela la infusión y se le añade media taza de leche y miel al gusto.