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Salud=Dinero

Aunque no parece, la economía y la salud están íntimamente relacionadas. Como bien dice Adina Chelminsky, especialista en la materia, el sólo hecho de hablar de dinero nos estresa. Y bueno, si además se tienen problemas financieros lo más seguro es que además comencemos a presentar trastornos del sueño y depresión, entre otras cosas.

Ahora, el problema es que si el vivir estresado, sin el descanso apropiado y sin ánimo comienza a reflejarse en la somatización de alguna enfermedad y no se atiende, la situación se complica, pues comenzarán a surgir gastos inesperados que provocarán una mayor presión a la situación económica. 

Es entonces cuando la desesperación puede provocar que las personas tomen decisiones equivocadas, pues aumenta la probabilidad de ser víctima de algún tipo de fraude, como ocurre con las promesas de los productos milagro, que a la larga podrían causar aún más daños a la salud de las personas. Como bien dice el dicho: “Sale más caro el remedio que la enfermedad”.

Para Chelminsky, quien además es autora del libro y el blog que llevan por título ‘Cabrona y Millonaria’: “El mal manejo del dinero es una enfermedad silenciosa”.

Las decisiones económicas

Primero que nada, se debe tomar en cuenta que el principio de la economía es aprender a administrar los recursos disponibles para así poder enfrentar la escasez (en cualquiera de las formas que se presente), y que la capacidad de satisfacer deseos y necesidades de una persona depende justamente de ellos.

Basados en esto, los factores que influyen en la toma de una decisión son: Las necesidades, gustos, recursos, incentivos y el costo de oportunidad. Éste último se refiere al valor de aquello que dejamos de obtener al elegir otra alternativa. Por ejemplo, si no destinas una suma de dinero al cuidado de tu salud y lo gastas en ropa, cuando te enfermes no podrás enfrentar los gastos médicos.

Una de las circunstancias que más daño pueden causar al bolsillo de una persona es enfermarse. Y el problema principal es: ¿cómo enfrentar la situación sin perder parte del patrimonio?

Ahorra por tu salud

Aunque el concepto del ahorro parece imposible para millones de personas, no debería serlo. Lo primero que se debe hacer para guardar parte de los recursos de un individuo para cubrir posibles problemas de salud, es formular una meta (como por ejemplo: imprevistos en la salud o comprar un seguro de gastos médico). Luego se deben identificar los gastos fijos y los que no lo son. Ya que se tenga esa clasificación, entonces tratar de eliminar las compras innecesarias y guardar ese dinero con el fin de cumplir con el objetivo.

Seguridad social

De acuerdo con Rosa María Galindo, gerente de Farmacoeconomía de Pfizer México, los mexicanos nos quejamos de sistemas de seguridad social como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de otras instituciones (por ejemplo, el ISSSTE); sin embargo, “nos tenemos que sentir orgullosos de tenerlos, porque muchos países quisieran tener por lo menos un IMSS”, comenta.

“¿Qué nos ofrece de bueno? Que tienen investigación, mejores alternativas, tienen cosas de vanguardia y, al final, si tú estás en ese nivel y eres derechohabiente, porque pagas tu cuota mensual, no tienes que afrontar el gasto catastrófico de una enfermedad”, explica Galindo.

“El IMSS y el sistema general de seguridad (social) tienen la ventaja que al final tienen medicamentos, atención, aparatos de diagnostico que sí son útiles y, bueno, somos tantos mexicanos que bueno la lista en espera está en todos lados, pero saber que se tienen este tipo de instituciones, no tienes los lujos ni las habitaciones privadas, pero tienes la atención de la salud”, añade la experta de Pfizer.

Seguro de gastos médicos

Para no estar desprotegidos, adquirir un seguro de gastos médicos es una buena inversión en la salud si no se cuenta con ningún tipo de seguridad social.

“Si tenemos el seguro de nuestro coche, ¿por qué no vamos a tener el seguro más importante, que es el de nuestra salud?”, comenta Galindo.

Claro que a la hora de adquirirlo, y no enfrentar sorpresas en el futuro, es importante leer perfectamente bien la póliza, saber los gastos y montos que se cubren, enfermedades y preexistencias de algún padecimiento, entre otros factores.

De acuerdo con Chelminsky, el dinero invertido se multiplica. Hay que invertir según el perfil de cada persona, según las necesidades y oportunidades de cada quien.

Al pensar en la salud financiera, se está cuidando la (salud) física y previniendo inconvenientes que podrían afectar el patrimonio.

El gasto de México en salud

De acuerdo con el doctor Antonio José Caso, presidente del Colegio Mexicano de Farmacoeconomía, el gasto en salud en México se divide de la siguiente forma:

 

IMSS 42.8%

ISSSTE 9.6%

Seguro de gastos médicos 2.8%

ISSFAM, Pemex 3.8%

IMSS Oportunidades 4.8%

Secretaría de Salud 20.6%

Seguro Popular 14.4%

Privado 1.2%

Ahora, el 3.1% de los mexicanos cuentan con 2 ó más de estos servicios de salud.

Datos en salud

¿Sabías que México invierte el 7.2% del PIB (Producto Interno Bruto) en cuestiones relacionadas con la salud?

 

¿Sabías que el 8% de la demanda de atención en el sector salud consume el 40% de los recursos? Los que aquí se incluye es: La insuficiencia renal, cáncer, sida, antibióticos, trasplantes, hepatitis y cardiología invasiva.

 

¿Sabías que el 49.5% del gasto público del 2008 se empleó en servicios de atención curativa, mientras que para la prevención se destinó sólo el 1.8%?

 

Fuente: esmas.com

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