Logran aminorar los trastornos de la menopausia.
Aunque todas las alteraciones de la menopausia son causadas por la disminución de estrógenos en el organismo femenino, en cada una de las mujeres no se presenta la misma sintomatología ni con la misma intensidad, por lo que cada caso merece una consideración especial y personal, aseveró Claudia Camelia Calzada Mendoza, profesora e investigadora de la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación de la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Al definir a la menopausia como el cese permanente de sangrados menstruales a consecuencia de la disfunción folicular ovárica por un año ininterrumpido, la especialista advirtió que los síntomas dependen de las características metabólicas con las que llega la paciente a la menopausia, pues no es lo mismo para una mujer que tiene un peso normal y lleva una dieta equilibrada a una que tenga sobrepeso, cardiopatías o cáncer.
En México, añadió, la edad en la que se presenta el climaterio (fase transitoria entre la etapa reproductiva y no reproductiva) oscila entre los 42 a 46 años de edad, aunque puede presentarse hasta en mayores de 55 años. Entre los trastornos que pueden padecer se encuentran la atrofia vaginal y alteraciones urinarias, porque todos los órganos implicados tienen algo en común: presentan una alta densidad a receptores estrogénicos.
“También suelen padecer dislipidemias (alteraciones en la concentración de lípidos sanguíneos), resistencia a la insulina, depresión, osteoporosis, dolor de cabeza, pérdida dental, retracción de encía, riesgo de eventos cardiovasculares, adelgazamiento del músculo y deterioro cognitivo leve, el cual me he dedicado a investigar porque es importante analizar los medicamentos que incidan en la mejoría de las pacientes”, detalló.
Manifestó que la prescripción del tratamiento para la menopausia depende de la gravedad de los síntomas y de la historia clínica de la paciente, si tiene útero o si presenta osteoporosis, por ejemplo, pero sólo cuando los síntomas son muy intensos se les puede aplicar alguna de las tres terapias que se emplean actualmente en México: Estrógenos, Estrógenos más Progesterona y Tibolona, siendo este último el que merece especial atención.
Junto con la doctora María de la Luz Pérez Linares del Hospital de la Mujer, los doctores Ivonne María Olivares Corichi, Ignacio Valencia Hernández, de la ESM del IPN, y el Maestro en Ciencias Carlos Alberto Jiménez Zamarripa, del Hospital Psiquiátrico “Dr. Samuel Ramírez Moreno”; además de sus estudiantes de maestría, Elia Adriana del Moral Laguna, Saíd Fernández Hernández y Daniel Navarro Pineda, así como Gabriela Lugo Martínez, de licenciatura, Calzada Mendoza se ha dedicado a estudiar los efectos del Tibolona en biomarcadores asociados a la memoria, la resistencia a la insulina y los posibles mecanismos involucrados.
“Si la edad ya es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo, la menopausia lo aumenta y es cuando la mujer está más expuesta a sufrir afecciones mentales en proporción dos a uno con respecto a los hombres. De ahí que en 2008, en colaboración con los doctores Christian Guerra Araiza y Rodolfo Pinto Almazán, del Centro Médico Nacional Siglo XXI, aplicamos el tratamiento en ratas, y en 2011 en pacientes del Hospital de la Mujer, donde corroboramos que el Tibolona beneficia la memoria de humanos y mejora el deterioro cognitivo”, explicó.
Destacó que el Tibolona es un derivado análogo de la noretisterona, esteroide sintético que cuando se metaboliza tiene efectos estrogénicos, progestagénicos y androgénicos; es decir, suele tener efectos similares a los estrógenos pero no tan potentes. Esa es la clave de la acción selectiva del medicamento, que puede llegar a la mama, pero sin producir cáncer en dicho órgano.
“Aparte de su acción benéfica en el proceso cognitivo, se estudiaron los mecanismos moleculares del Tibolona en el sistema cardiovascular, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico, así como en la reducción del estrés oxidativo. Mi línea de investigación está dirigida a analizar los eventos que ocurren desde la menopausia hacia la vejez, porque los estrógenos son moduladores importantes de varios procesos que son alterados en el último tercio de vida de la mujer y es muy importante revisar medicamentos que incidan en su mejoría”, consideró.
Por sus investigaciones sobre Tibolona y Ginkgo Biloba, la doctora Calzada Mendoza ha obtenido importantes reconocimientos: en 2008 obtuvo un primer lugar en los trabajos libres presentados en el XXVIII Congreso Centroamericano de Patología, y VI Congreso Costarricense de Patología que se llevó a cabo en San José de Costa Rica.
En octubre del 2010 obtuvo el primer lugar de los trabajos libres presentados en el XXV Congreso Nacional “Profesor Emérito Dr.Guillermo Amaro Rangel”, XIII Simposium Internacional de Gerontología y Geriatría y IX Simposium Nacional de Odontogeriatría, que tuvo lugar en Acapulco, Guerrero. En noviembre pasado logró, en colaboración con doctores del Hospital de Pemex, el segundo lugar del Premio Nacional de Investigación Clínica sobre Envejecimiento, con el trabajo: Efecto del Ginkgo Biloba en Ancianos.
A decir de la doctora politécnica, es muy importante para las mujeres llegar en las mejores condiciones físicas a la menopausia: con buenas reservas de calcio, un peso normal, mantener controlada la hipertensión y la diabetes, en caso de haberlas, realizar ejercicio físico y mental, tener una alimentación sana y, sobre todo, una actitud positiva.
La investigadora politécnica recomienda descartar definitivamente la automedicación y acudir al médico cuando se presenten las primeas alteraciones menstruales, principalmente cuando hayan pasado 12 meses sin periodo menstrual, porque el médico podrá prescribir a tiempo el tratamiento adecuado.
“Pero también suele suceder que no se acude al médico porque no existe sintomatología severa, pero es necesario descartar cualquier enfermedad subclínica que sólo se podrá detectar con análisis clínicos específicos”, destacó.