Flor en otomí, la vida de una joven revolucionaria
Se estrenó este 20 de abril en salas culturales el documental de Luisa Riley Flor en otomí, tras presentarse en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara y haber obtenido un reconocimiento en la categoría de Movimientos sociales y organización ciudadana del VII Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Documental Independiente.
Luisa Riley, convivió de pequeña con Dení Prieto Stock, joven perteneciente a una célula guerrillera y que murió en asalto del Ejército en los años setenta, pero era un tema del cual se hablaba poco en las reuniones hasta que le propuso a Ayari, hermana de Dení, filmar un documental sobre lo que hizo en su corta vida. El resultado es la cinta Flor en otomí.
El documental trata sobre la vida de Dení Prieto Stock, una joven que a los 19 años ingresa a una organización guerrillera -Fuerzas de Liberación Nacional- y cuatro meses después, el 14 de febrero de 1974, muere junto con cuatro compañeros, en un asalto del Ejército Mexicano en la casa de la organización en Nepantla, Estado de México.
Treinta y cinco años después de que ocurrieran los hechos en Nepantla, Luisa Riley comenzó a trabajar en la idea para realizar este documental. Era una historia que conocía tras compartir parte de su infancia con Dení y la familia Prieto.
“Un día me dije que tenía que contar esta historia. Quería contar, más bien, la historia de lo que había ocurrido con su familia tras el asesinato, pero la riqueza del material me permitió meterme a muchas capas de la vida de Dení y me entregué a eso en el documental”, recalcó la realizadora.
Narrada por su hermana Ayari, su compañera en la clandestinidad Elisa, su tío Luis, amigos y compañeros de escuela, el documental va reconstruyendo el camino que Dení tomó hasta incorporarse a la guerrilla e incorporarse a la clandestinidad en octubre de 1973.
Muestra las circunstancias familiares y sociales que más influyeron su vida y el camino que eligió, además de relatar también los lazos amorosos y de amistad que estableció en la casa de seguridad en la que vivió los últimos cuatro meses de su vida. La película describe la vida cotidiana en la clandestinidad, así como la disciplina y las aspiraciones que compartió con sus compañeros de lucha; y finalmente, esta historia reconstruye el asalto del Ejército y la Policía Judicial donde murieron acribillados Dení Prieto, Carmen Ponce, Alfredo Zarate, Anselmo Ríos y Mario Sánchez.
Luisa Riley habló sobre el reto que representó hacer la reconstrucción de una etapa que marcó la historia de México y retratar la vida de Dení: “El reto mayor fue hacer de la vida de Dení algo que no se quedará en lo personal, que sí reflejará y mostrará una época. Para mí las cartas son una joya, porque a mi juicio, Dení, con bastante inteligencia, escribe y va anotando sucesos que marcaron mucho a nuestra generación y que fueron definitorios para su decisión y la decisión de muchos jóvenes en los años setenta”.
Desde el 2007 la cineasta se acerco a Ayari para plantearle la el documental, y durante todo este tiempo tuvo que realizar una investigación sobre la vida de Dení, que no es desconocida pues el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) la han mencionado en algunas ocasiones.
La documentalista dijo “parte de la impunidad tiene que ver con el silencio”, recordó que en Argentina se pudieron llevar a juicio a varios militares acusados de asesinato durante la dictadura.
Luisa Riley inició su vida profesional en 1972 en el cine independiente. A partir de 1978 trabajó como periodista y realizadora en la televisión pública mexicana. Trabajo en la producción, dirección, edición y guionismo para series de medio y largometrajes documentales para televisión, entre los que se cuentan: Testimonios (1981), Queremos paz (1982), A través del mundo maya(1990), Maka. Mujer, árbol, amor. Muro, sueño, línea (2004), Antonio Reynoso, mujeres del color de la luna (2004), Adolfo Riestra, cómplice de lo cotidiano (2004), Los tres siglos de Mariana Frenk-Westheim (2004), Alberto Gironella, lo mío es el loco intento de pintar el tiempo (2004), Vlady (200 4), Frida maestra, el arte al encuentro de la vida (2006), Gurrola: un caosmos teatral (2006), Tiempo de llorar con María Luisa Elío (2007) y Encuentro de miradas (2007).
“Es un reconocimiento al carácter, espíritu y convicciones de muchos jóvenes de esta época. Es la denuncia del autoritarismo y la cerrazón del gobierno. También está ese espíritu, esa indignación, ese carácter que no sólo tuvo Dení pero que ella retrata y refleja muy claramente”, puntualizó Luisa Riley. Información de Conaculta e IMCINE.