Arranca 4ª Semana de Cine Uruguayo, que estuvo a cargo este pasado miércoles 18 de abril del embajador de Uruguay en México Rodolfo Camarosano Bersani en la Sala Moliere del Instituto Francés de América Latina (IFAL) en la ciudad de México, la muestra representará lo mejor de la última década del cine de aquél país.
El embajador dijo que este tipo de eventos: “acerca a los pueblos, conoces sus costumbres. Esto es lo rico de la cultura, intercambiar, y más en un país que es emblemático: En Uruguay se conoció a México antes que otra cosa por el cine, por Pedro Infante”.
Las películas, explicó, se seleccionaron para mostrar la realidad uruguaya que, al final, no es tan distante de la mexicana.
“Hablamos el mismo idioma, vivimos las mismas situaciones, porque esta situación puede ser trasladada a cualquier pueblo de la República Mexicana en el año 87”, dijo sobre la cinta inaugural, El baño del Papa (2007) de César Charlone y Enrique Fernández.
La película, reconocida con el premio Horizontes en el Festival de San Sebastián en 2007, narra las desaventuras de un pueblo fronterizo ante la visita de Juan Pablo II y la posibilidad de que con él lleguen cientos de visitantes que dejen una gran derrama económica.
A esta cinta se suman El viaje hacia el mar, una comedia de Guillermo Casanova; Whisky, la multipremiada cinta de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll; La perrera, ópera prima de Manuel Nito; Gigante, una película de Adrián Biniez que recibió tres reconocimientos en la Berlinale; el filme de terror La casa muda, dirigido por Gustavo Hernández, y el musical mudo de Pablo Stoll,Hiroshima.
El ciclo incluye también los documentales El círculo, D. F. Destino final, Las manos en la tierra, CM3-Cinemateca del tercer mundo, La sociedad de la nieve y Jamás leí a Onetti; así como un programa de cortometrajes.
La 4 Semana de Cine Uruguayo se exhibe del 18 de abril al 9 de mayo en la Sala Molière del IFAL, ubicada en Río Nazas 43, Cuauhtémoc. La programación se puede consultar en www.cinetecanacional.net.
La historia del cine uruguayo es relativamente corta. Medio siglo atrás la cinematografía uruguaya era prácticamente inexistente, había escasos intentos aislados sin trascendencia, a excepción de algunos documentales militantes de los sesenta y setenta. En los 90, tras la dictadura que convulsionó al país, poco a poco surgieron los primeros ejemplos de un cine que en la actualidad goza de una buena salud con realizadores destacados en festivales internacionales de prestigio, así como con una producción regular y en constante crecimiento.
Desde el 16 de enero la Cineteca trasladó su programación a una serie de sedesalternas desde las que programa lo mejor de la cinematografía nacional e internacional. De este modo la Cineteca Nacional tiene funciones en los siguientes espacios: tres salas de The Movie Company en Escenaria, Auditorio del Museo de Arte Carrillo Gil, Sala Luis Buñuel del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), una sala de Cinépolis Universidad, Cine Lido, una sala de Lumiere Reforma, Sala Molière del IFAL, Auditorio de la Biblioteca José Vasconcelos, Auditorio Alfonso García Robles en el Centro Cultural Tlatelolco, Sala CCB del Centro Cultural del Bosque y la S ala María Félix de la Alianza Francesa de Polanco.
Con información de Conaculta y Cineteca Nacional.
