Papá: Por favor deja de fumar
Desde que el consumo de tabaco se empezó a difundir en Europa, después de que Cristobal Colón recibió como regalo algunas hojas de tabaco de los nativos de la isla de Cuba, de quienes se sorprendió de verlos “con un tizón en la boca”, fumar se transformó en un “Código Masculino”.
Durante muchos años el acto de fumar se promocionó como un hábito masculino, relacionado con la salud, la felicidad, el buen estado físico, la riqueza, el poder y especialmente la virilidad. En la mercadotecnia del tabaco, los vaqueros de piel bronceada montando bellos corceles y enmarcados en bellos paisajes nevados, se transformaron en la esencia de la masculinidad y, por supuesto, en el distintivo inconfundible de una de las principales marcas de cigarros.
Sin embargo, nada hay más engañoso que esta imagen del fumador. En realidad, fumar conduce a la enfermedad, muerte prematura, impotencia sexual e infertilidad. Casi mil millones de hombres fuman actualmente en el mundo, lo que representa cerca del 35% de los hombres en países desarrollados y la mitad de los varones de países en vías de desarrollo.
En la actualidad, la prevalencia de tabaquismo en los sujetos del sexo masculino de países desarrollados llegó a su máximo y muestra una lenta reducción, sin embargo, para los llamados países de ingreso medio y bajo, la prevalencia del tabaquismo muestra un incremento importante. El tabaco está matando a cerca de 5 millones de hombres por año.
En México, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Adicciones, de los cerca de 27 millones de mexicanos que había probado alguna vez en su vida el cigarrillo, 48.8% fueron hombres y 23.4% mujeres. De los fumadores activos que han consumido más de 100 cigarros en su vida y que representan 14 millones, el consumo de tabaco en los hombres fue de 27.8% y de 9.9% en las mujeres, una relación de sexos de 2.8:1, mientras que en grupos de adolescentes esta relación cambia para ser de 1:1.
Cada día 165 mexicanos mueren como consecuencia de las múltiples enfermedades asociadas con el consumo de tabaco.
Los hombres fuman más
La famosa frase ¡vive la diference! de los franceses, al referirse a las características distintivas de los sexos, son una realidad en el tabaquismo, ya que el modo en que hombres y mujeres consumen tabaco es bien diferente y esto influye en sus efectos.
Los hombres, en general, fuman más cigarros al día, le dan un mayor número de fumadas al cigarrillo, con mayor intensidad e inhalando profundamente una mayor cantidad de humo. Esto determina que su organismo reciba una mayor cantidad de las más de 4 mil 500 sustancias químicas resultantes de la combustión del tabaco, entre las que destacan las productoras de cáncer y el monóxido de Carbono.
Esto explicaría porque el cáncer pulmonar es el principal tumor maligno en hombres a nivel mundial, siendo que de cada 10 casos de este tipo de cáncer 9 están asociados con el tabaquismo.
Asimismo, los infartos y los accidentes vasculares cerebrales son la principal causa de muerte en fumadores del sexo masculino, sobrepasando en número a los casos de enfisema. De manera curiosa se ha encontrado que fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como la artritis en hombres que fuman pero no en fumadoras.
Hablando del día del padre, en el hombre se ha demostrado un efecto funesto del cigarrillo sobre los espermatozoides. Puede disminuir hasta un 20% la densidad y motilidad espermática. Eventualmente también puede haber una alteración de la morfología de estas células vitales para la reproducción. El humo de tabaco es tan dañino que incluso los fumadores pasivos ó involuntarios que se exponen desde la niñez pueden ver afectada su fertilidad.
Pero esta no es la única manera en la que el tabaco afecta la capacidad reproductiva de un individuo, lo hace también a través de la disfunción eréctil. Los hombres fumadores mayores de 40 a 49 años, tienen 3.5% mas riesgo de desarrollar disfunción eréctil en comparación con los no fumadores, y dicho riesgo puede incrementarse a 5.96 % para los hombres de 50 a 59 años que consumen tabaco.
Asimismo, el tabaquismo podría tener un mayor impacto en la firmeza de las erecciones de hombres jóvenes. Todo esto se debe a que la nicotina, produce vasoconstricción, dificulta la irrigación sanguínea y daña las venas y arterias; el monóxido de Carbono provoca baja oxigenación en el fumador, lo que también daña las arterias y repercute en la firmeza del órgano sexual.
Un regalo de vida
Con toda la información antes mencionada, es fácil entender el título de este artículo, muchos niños realmente se angustian ante la información que tienen sobre los graves efectos del tabaquismo y piden a papá que, por favor, deje de fumar.
De manera anecdótica, les comentaré que en la clínica contra el tabaquismo frecuentemente recibimos llamadas de niños que quieren inscribir a sus papás para que dejen de fumar.
Realmente dejar de fumar es un regalo de vida para papá. Los hombres que inician a fumar durante la adolescencia y se mantienen consumiendo tabaco durante al menos dos décadas, reducen su esperanza de vida alrededor de 20 a 25 años.
En este Día del Padre, en vez de pensar en los obsequios tradicionales, regale un presente invaluable, un regalo de vida: Inscriba a papá a un tratamiento para dejar de fumar, además de que es muy original, es una clara muestra de amor y de que quiere compartir con él muchos años más de vida.
Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez Directora del Programa de Prevención e Investigación del tabaquismo Facultad de Medicina, UNAM y Directora del Centro Integral de Tratamiento del Tabaquismo A.C [email protected]