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Gripe aviar, no existe riesgo de contagio en humanos

Según declaró el secretario de Salud Federal, Salomón Chertorivski, “no existe ningún riesgo humano de contagio del virus en la población humana, ni en el consumo de pollo o huevo. No existe forma de contagio”.

Sin embargo, el gobierno mexicano activó un plan de emergencia para frenar el contagio del virus de la gripe aviar, cuyo brote detectado a finales de junio ya infectó a 1.7 millones de aves y mató a unas 87 mil.

La emergencia de salud animal estará en vigor los próximos seis meses en todo el territorio del país para prevenir el contagio y evitar daños a la agricultura.

Así, se ha dispuesto que todos los animales y productos contaminados sean eliminados, mientras que las aves sanas tendrán que ser vacunadas, según la Secretaría de Agricultura mexicana en un decreto publicado en el Diario Oficial de la Nación.

El plan prevé también la cuarentena y el aislamiento de las aves que pudieran estar contagiadas. El brote de gripe aviar fue confirmado el pasado viernes por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El virus H7N3 fue detectado en el estado de Jalisco, al occidente del país, donde existe una gran cantidad de granjas de avicultores. Desde que empezó el brote, más de 200 mil animales han muerto por la enfermedad, mientras que otros 600 mil fueron sacrificados para prevenir el contagio.

Las instituciones de salud de todo el país se encuentran en estado de alerta desde la epidemia del virus H1N1 de gripe porcina, que azotó a la nación en el 2009 y que provocó la muerte de 17.000 personas.

La gripe aviar o gripe del pollo, es una enfermedad infecciosa que ataca a las aves. Es ocasionada por cepas A del virus de la gripe y fue identificada por vez primera en Italia hace más de cien años y ahora se conocen 15 subtipos de virus de la gripe aviar que circulan entre las poblaciones de aves.

Se transmiten fácilmente en los mercados de animales vivos, por contacto directo y reiterado con las aves infectadas o con sus desechos. Las aves acuáticas migratorias, principalmente los patos salvajes, además de ser un reservorio natural de los virus de la gripe aviar, son también las más resistentes a la infección.

Las aves de corral domésticas, en particular los pollos y los pavos, son muy vulnerables a las epidemias de gripe fulminante, por lo que en temporadas de epidemia mueren miles de especies.

Esta enfermedad se presenta en todo el mundo y se considera que todas las aves son vulnerables a ella, aunque algunas especies son más resistentes a la infección que otras.

En las aves, la infección causa un amplio espectro de síntomas que van desde leves hasta cuadros altamente contagiosos y rápidamente mortales, lo que da lugar a graves epidemias. Esto último es lo que se conoce como «gripe aviar altamente patógena».

Esta variante se caracteriza por su rápida aparición, por la gravedad de los síntomas y por su evolución fulminante, con una mortalidad muy cercana al 100%.

La transmisión a los seres humanos, solamente se produce por contacto directo y reiterado con las aves infectadas o con sus excrementos. El contagio no es fácil y solamente es posible en circunstancias excepcionales (sólo se ha dado en personas expuestas de forma continuada a aves, en granjas o en mercados de animales vivos).

Los programas de control establecidos a nivel mundial por la Organización Mundial de la Salud, han permitido seguir la evolución del brote día a día, con lo que se conoce en qué países podrían producirse contagios y ante ello establecer las medidas preventivas adecuadas.

La cuarentena de las granjas infectadas y el sacrificio de las poblaciones de aves infectadas o potencialmente expuestas son medidas de control habituales para prevenir la propagación a otras granjas y el eventual arraigo del virus en la población de aves de corral de un país.

Lo importante es aplicar las medidas preventivas adecuadas para evitar pandemias y epidemias de larga duración, como la que hubo en México en 1992, que comenzó con una baja patogenicidad, es decir con aparente poco peligro, pero evolucionó hacia una forma altamente mortífera y no se pudo controlar hasta 1995.

Entre los síntomas, al inicio de la enfermedad están los parecidos a los de una gripe común: Fiebre alta, dificultad respiratoria, tos persistente, malestar general, estos síntomas pueden agravarse con disnea grave y en pocos días y desarrollar una neumonía.

Para prevenirla, se recomienda:

- Evitar estar en contacto con aves y sus desechos, y si se trabaja con ellas, tomar todas las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, guantes, batas, gorros y zapatos cubiertos, entre otros. Lavarse muy bien la manos al salir del trabajo y antes de tocar o comer alimentos.

- Informar inmediatamente a las autoridades sanitarias ante cualquier sospecha de la enfermedad en las aves.

- Evitar el consumo de carne de ave, cruda o que carezca de los sellos de sanidad correspondientes.

- Poner la vacuna contra la influenza lo antes posible.

Desafortunadamente no se cuenta aún con una vacuna efectiva contra la gripe aviar, ya que la mutación de los virus es muy rápida, por lo que el tratamiento se enfoca a la prevención de la propagación del virus y el contagio.

Para el tratamiento se utilizan fármacos antivirales que reducen los síntomas y previenen las complicaciones.

La única forma de prevenir una pandemia, lamentablemente es sacrificando las especies detectadas con la enfermedad y las que estuvieron en contacto con ellas. Esto se debe realizar con todas las medidas de protección y sanidad existentes.

 

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