El Festival de Salzburgo desafía la crisis
El Festival de Salzburgo comenzó su edición más larga y más cara, con una novedosa apuesta por la música espiritual y sacra y una oferta de 232 conciertos, óperas y funciones de teatro que convertirán a la cuna de Mozart en un enorme escenario durante seis semanas.
Pese a la crisis económica en Europa, el nuevo director del “festival de festivales”, Alexander Pereira, ha decidido dar un nuevo impulso a la cita y ha anunciado que a partir de 2013, Salzburgo acogerá el estreno mundial de una ópera.
Este año, por razones de tiempo, no ha podido ser, aunque Pereira sí ha puesto en marcha un nuevo ciclo de música sacra, que quiere se convierta en un programa fijo en el Festival.
Concebido como un festival dentro del Festival, esta serie de conciertos, denominada “Obertura espiritual”, permitirá que la música sacra cristiana se encuentre cada año con la de otras religiones.
En esta primera edición, la atención se centrará en el judaísmo. Zubin Metha dirigirá así tres recitales de la Orquesta Filarmónica de Israel.
Esta serie de once conciertos de la “Obertura Espiritual” se abrirá con el oratorio “La Creación”, de Joseph Haydn, y entre los platos fuertes destacan la “Misa en Mi bemol”, de Schubert, con el maestro Claudio Abbado como director, y la “Litaniae”, de Mozart, con Nikolaus Harnoncourt en el atril.
El 27 de julio, ya dentro de la programación operística oficial, Harnoncourt fue el encargado de conducir al Concentus Musicus de Viena, un conjunto creado por él mismo, en una nueva versión de “La Flauta Mágica”, de Mozart, con instrumentos de la época.
El propio Pereira ha asegurado que ser capaz de ofrecer un montaje de calidad de Mozart en el festival de su ciudad natal, es uno de los mayores retos.
Siguiendo con Wolfgang Amadeus y las aventuras de Papageno, Salzburgo presenta una obra menos conocida, “El Laberinto”, compuesta en 1798 por Peter von Winter, la secuela de “La Flauta Mágica”. Pero entre 232 espectáculos durante seis semanas hay mucho más para elegir.