Juan Rafael Elvira Quesada, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y Lisa P. Jackson, administradora de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) firmaron el Programa Frontera 2020 que funcionará para dar seguimiento a las acciones de cooperación ambiental entre México y Estados Unidos.
El proyecto pasado se dio por terminado, Frontera 2012, con una duración de diez años, concluyó en resultados como remoción de 6.8 millones de llantas de desecho y tiraderos ubicados en Baja California; disposición adecuada de 673 mil 300 toneladas de desechos sólidos urbanos y 570 toneladas de residuos electrónicos.
Asimismo se instaló una red binacional para el monitoreo de la calidad del aire en diversas regiones fronterizas y se capacitó a agricultores en el tema de manejos de plaguicidas y diversas sustancias peligrosas.
Las autoridades informaron que actualmente Estados Unidos cuenta con 19 instalaciones especializadas en la gestión de residuos y prevención de contaminación de sustancias tóxicas; México cuenta con 15.
Elvira Quesada aseguró que a lo largo de diez años se han implementado más de 140 proyectos para reducir la contaminación del agua, aire y suelos, la protección de la salud ambiental y la promoción del cumplimiento de las normas ambientales de las fronteras.
La región fronteriza México-Estados Unidos tiene una extensión de más de tres mil 100 kilómetros y goza de una amplia biodiversidad que abarca especies endémicas de flora y fauna, además de incluir diversos ecosistemas a lo largo del territorio.
Lisa P. Jackson reconoció el trabajo conjunto que han realizado los dos países para mejorar las condiciones ambientales y de salud pública. “Las enfermedades y la contaminación no respetan las fronteras políticas, y el trabajo que hacemos juntos en la región de la frontera es esencial para la vida de los ciudadanos de los Estados Unidos y de México”, sostuvo.
Las estrategias fundamentales del Programa Frontera son seis: crear capacidades sobre cambio climático, proteger comunidades marginadas, mejorar la salud infantil, fortalecer la cultura ambiental, promover la salud ambiental y fortalecer la cooperación de todos los involucrados —gobierno federal, local e internacional.
El programa tiene su raíz en la firma del Convenio sobre Cooperación para la Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en la Zona Fronteriza que se llevó a cabo en 1983 en La Paz, Baja California. El documento se consolidó como la base para la cooperación binacional en la región a favor del medio ambiente.
