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Produce Centro Conacyt biodiesel con microalgas

 

Como parte de los esfuerzos por encontrar energéticos con menor impacto ambiental, expertos del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) formularon biodiesel con aceite de microalgas verdes que mezclado con diesel de petróleo podría utilizarse en vehículos y en la producción de combustible para aviones. Además, se estima que su uso masivo sería capaz de reducir las emisiones contaminantes de dióxido de carbono hasta en 70 por ciento.

“Los géneros de microalgas que se han propuesto para la producción intensiva son Neochloris, Scenedesmus, Chlorella, Nannochloropsis y Dunaliella, pues generan una cantidad de aceite mucho mayor que cualquier cultivo convencional, la mayoría en un rango de 30 a 40 por ciento de su peso”, refiere el doctor Luis Felipe Barahona Pérez, titular de la investigación.

La alta velocidad de crecimiento de las microalgas facilita la obtención de grandes cosechas en intervalos cortos; no se requieren pesticidas ni herbicidas y tampoco compiten por tierras de cultivo; asimismo, pueden crecer en diferentes ambientes, como medios acuáticos salados y dulces, sobre sustrato artificial o en ciénagas.

“El procedimiento para la obtención del biocombustible requiere que las microalgas se cultiven en condiciones adecuadas (evitando que se contaminen con otras especies); luego se cosechan y son sometidas a proceso de secado. Se extrae el aceite por sistema de prensado que, posteriormente, es sometido a una reacción química para que los triglicéridos que contiene se transformen en ésteres de alquilo (biodiesel)”, explica el investigador del CICY.

En este contexto, es importante resaltar que la acumulación de lípidos en las microalgas se produce durante periodos de estrés ambiental, lo que implica someterlas a medios con bajas condiciones de nutrientes, disminuir el porcentaje de compuestos nitrogenados, variar la temperatura o el nivel de acidez (pH), entre otras técnicas.

Afirmó el doctor Barahona Pérez que este biocombustible constituye una fuente de energía continua amigable con el ambiente porque no moviliza carbono fósil. Inclusive, durante el cultivo de las microalgas se reduce la cantidad de dióxido de carbono debido a que estos organismos absorben dicho gas en la medida en que les necesario para desarrollarse y crecer. Así, desde el proceso de elaboración el biodisel contribuye a la reducción del efecto invernadero.

Aunque actualmente el aceite de microalgas se genera en pequeñas cantidades, sus ventajas (aunadas a la diminución de las reservas de petróleo) sugieren proyecciones optimistas para lograr en el mediano plazo avances mediante una producción a gran escala y a un precio competitivo.

Lo anterior cobra particular importancia porque la tendencia actual en el mundo consiste en reducir al máximo el uso de combustibles fósiles y reemplazarlos con bioenergéticos renovables no contaminantes, finalizó el académico de esta institución integrante del Sistema de Centros Públicos de Investigación Conacyt.

 

Agencia ID

 

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