Mientras en calles cercanas al palacio de Covián miles de maestros de la CNTE cumplían su protesta, el secretario de Gobernación y los gobiernos de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán (entidades que concentran el rechazo de la disidencia magisterial), advertían que la reforma educativa “no tiene marcha atrás”, y aplicarán las modificaciones a los artículos 3 y 73 de la Constitución en materia educativa.
Este jueves, el secretario Miguel Ángel Osorio Chong se reunió en su despacho con los gobernadores de Chiapas, Manuel Velasco; Guerrero, Ángel Aguirre; y Oaxaca, Gabino Cué; así como el secretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna, para revisar los temas relativos a la reforma educativa.
Luego del encuentro, la Secretaría de Gobernación informó oficialmente que las autoridades federales y estatales “tomaron decisiones y acordaron coordinar esfuerzos para la aplicación en esas entidades de las modificaciones constitucionales en materia educativa”.
Acompañados también por el subsecretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, “coincidieron que la reforma educativa no tiene marcha atrás, por lo que ahora es necesario trabajar en su ley reglamentaria que avanza, escuchando a todas las voces interesadas en el tema y acorde a lo que establece la propia reforma constitucional”.
De su lado, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor repuso que ante las protestas del magisterio, lo que se requiere es aplicar la ley. En respuesta a un comunicador, el funcionario atajó: Si tú faltas a tu trabajo, te descuentan el día. Y si faltas más de tres días, pierdes el contrato… Lo que se debe hacer es aplicar la ley.
Durante el foro México con educación de calidad para todos, celebrado este jueves en Boca del Río, Veracruz, el Presidente Enrique Peña Nieto advirtió que “no va a permitir retrocesos en su aplicación. Ningún intento de presión pondrá en riesgo la formación de las nuevas generaciones”.
Ahí mismo, el titular de la SEP expresó a su vez que “el que argumenta que lucha por la educación violando los derechos de terceros, carece de razón legal y, más aún, de autoridad moral”.
A su retorno a la Ciudad de México, Chuayffet Chemor previno que no se pueden tolerar situaciones tan irregulares como las de Oaxaca, donde los niños reciben sólo 100 días de clases al año. Y que el gobierno federal tomará cartas en el asunto, con la posibilidad de que se despida a los profesores faltistas. Queda claro, hay maestros que perderían su plaza por ausentismo.
Cierto, con la Reforma Educativa, el Estado recuperó la rectoría sobre la educación, y el gobierno no debe aceptar presiones que eviten su aplicación. El Jefe de la Nación antepuso que su gobierno “no va a permitir retrocesos en su aplicación. Ningún intento de presión pondrá en riesgo la formación y desarrollo de las nuevas generaciones”. Más claro, ni el agua más cristalina.
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