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Nuevo líder mundial en manufactura EUA

Establecer nuevas ideas para incrementar la productividad de un país es sinónimo de crecimiento. Jeffrey R. Immelt, presidente y director general de la sexta empresa más grande del mundo, General Electric, comentó, el pasado 7 de febrero durante el evento Ideas Lab  sobre los principales motores económicos, aseverando que la economía de producción es mucho más rentable que la economía de servicios.

Aquí exploramos sus ideas y las comentamos desde el punto de vista Latinoamericano.

Shale gas

Immelt menciona que la exploración y explotación del gas shale puede generar un cambio estrepitoso para las principales fuentes energéticas.  Diez años atrás, el gas shale era un gas prácticamente desconocido y de poca utilidad. Hoy en día, Estados Unidos se está convirtiendo en una importante fuente de gas natural. Esto posiciona al gas shale como el gas del futuro, siendo una de las mejores soluciones a gran escala para los requerimientos energéticos. Adicional a las grandes reservas de gas shale que tiene Estados Unidos, también Argentina y México tienen reservas conocidas de este gas, lo que representa una gran oportunidad, especialmente para México por su cercanía con los Estados Unidos. Sin embargo, pese a tener la cuarta reserva más importante de gas shale en el mundo, México no cuenta con un modelo de negocio apropiado para su explotación.

Internet industrial

De acuerdo con el CEO de GE, hay una gran oportunidad en lo que él denomina el “Internet industrial”.  Este consiste en conectar las capas de información alrededor de los productos industriales para en tiempo real obtener conocimiento que permita mejorar los rendimientos y la eficiencia de los procesos. El internet industria l puede representar mejoras a gran escala. Esta idea aplicada a la industria en Latinoamérica podría ser una ventana de oportunidad al sumar los menores costos de producción con una mayor eficiencia, obteniendo productos a menor costo y mayor calidad.  

Rapidez y simplificación de los procesos

El único camino para ofrecer un mejor servicio, es volverlo más práctico y rápido. Si una empresa mejora sus tiempos puede lograr más producción. Latinoamérica es una de las regiones con mayor crecimiento en exportaciones, pero si ésta se esquematizara y se simplificara podría aumentar sus cifras de producción y disminuir sus tiempos de respuesta. Hay que trabajar más rápido y mas inteligentemente.

Manufactura avanzada

Este es uno de los puntos más importantes. Jeffrey R. Immelt asegura que la manufactura avanzada puede significar una de las mayores áreas de oportunidad.

Gran parte de la producción industrial de los Estados Unidos está tercerizada a otros países. En los Estados Unidos se realiza el diseño, pero la producción se realiza mayormente en Oriente o en México y finalmente regresa el producto terminado o semi-terminado a los Estados Unidos para su venta y distribución. 

Si Estados Unidos incrementara la producción en su país evitaría este fenómeno y las empresas estarían en control total de su cadena de producción, recortando los tiempos de producción e incentivando la economía local. Esto hasta hoy en día no es así debido a que los costos de mano de obra en los EUA son mucho más altos, pero si la tecnología permite producir de forma más eficiente, inmediata y barata localmente los esquemas cambiarán. Esta idea podría afectar gravemente a países manufactureros.

Un claro ejemplo de cómo la tecnología impactará a la manufactura es Impresión 3D.

Hoy en día, es muy costoso para una empresa en un país latinoamericano realizar el proceso de pruebas, análisis y perfeccionamiento de un producto. Por ejemplo, una empresa dedicada a la fabricación de partes automotrices de plástico debe poseer los moldes perfectos. Previo a esto, debió haber realizado numerosas pruebas para encontrar y crear un molde de medidas exactas, sin imperfección alguna y muchas pruebas para con la resina adecuada moldear la pieza con las características definidas por su cliente; lo cual se traduce en muy grandes gastos por tiempo invertido, pruebas de error y acierto, material utilizado, etc.

En poco tiempo, cuando la tecnología de impresión 3D avance lo suficiente, la misma empresa contará con una impresora 3D industrial que le permitirá realizar pruebas en el momento, ajustar sus prototipos de forma inmediata, producir las piezas sin necesidad de un molde, en la cantidad deseada, reduciendo los tiempos de producción y probablemente a mucho menor costo que el actual. De esta forma las pequeñas y medianas empresas tendrían la oportunidad de fabricar su producto sin una inyección excesiva de capital.  Toda una transformación en el paradigma de producción.

En conclusión, Jeffrey R. Immelt apuesta por la manufactura como el camino para los Estados Unidos. Immelt tiene la visión de que su país podrá ser el líder mundial en manufactura basado en el desarrollo de nuevas tecnologías.

La industria de Latinoamérica tiene un gran reto. Aquí hay una gran oportunidad de impulsar la economía y no quedarse parado observando lo que sucede en los países más desarrollados.  Los países latinoamericanos tienen que trabajar en fomentar la educación y en desarrollar la capacidad productiva y la automatización de los procesos para adaptarlo a las nuevas tecnologías. Asimismo, deben fomentar las relaciones entre grandes y pequeñas empresas, para así armar las cadenas de suministro nacionales y contar con la escala suficiente para competir en el esquema internacional. Y claro, centrarse en la mano de obra para hacerla más competitiva y de mejor calidad.

 

quiminet

 

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