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Los niños de hoy y la tecnología

 

“Me pones los ambi bis” (Angry Birds), escuché a un niño de no más de 3 años, pedir a su mamá mientras esperaban turno en el dentista. Que aunque ciertamente me resultó simpático el incipiente articular de palabras del pequeño, comparado con su pericia tecnológica.  Sí, nuestros pequeños se han convertido también en todos unos “geeks”, es decir, conocedores fascinados por las novedades informáticas y tecnológicas.

En lo general, nos habíamos acostumbrado a que siempre podíamos contar con la sabiduría de algún mayor para orientarnos sobre los aspectos nuevos en la vida, pero en los últimos años hemos nos hemos adaptado a aprender de los más pequeños del hogar.

Y es común que muchos abuelitos, ahora, tengan sus primeros acercamientos con la tecnología de la mano de sus nietecitos. Pues como si vinieran con chip incluido, cada vez más las generaciones más jóvenes demuestran su enorme facilidad con la tecnología, por lo que no es de extrañar ver a chiquillos de edad preescolar dominando a la perfección algún juego en un Smartphone, una tablet o en cualquier la computadora.

Con el paso de los años y los avances en la tecnología también hemos descubierto que la edad en la que un niño obtiene su primer celular es cada vez menor, que un pequeño de kínder puede aprender con mayor facilidad a jugar un video juego que a amarrarse las agujetas, que aprende a andar en bici y paralelamente a interactuar virtualmente.

Definitivamente, la manera en que nos divertimos, relacionamos y comunicamos ha cambiado, y asimismo la experiencia de juego de nuestros chiquillos, que se han convertido en aficionados a la tecnología y sus plataformas virtuales. Es cierto que con nostalgia observamos que no se juega más en la calle, según como muchos recordamos, y que podríamos pensar que la tecnología está coartando en cierta forma el desarrollo de nuestros hijos, que todo el santo día se la pasan “enchufados” a algún aparato.

Sin embargo, esto no es particularmente negativo si sabemos encausarlo, pues no sólo la forma de jugar está cambiando, también el cerebro de nuestros niños, pues la exposición temprana a nuevos estímulos crea también conexiones neuronales en sus procesos mentales, generando una nueva manera de comprender, por ejemplo, tienen mayor agudeza visual, mejor atención periférica, la velocidad del procesamiento espacial, pero por otro lado, les cuesta concentrarse en un texto, porque no tiene movimiento.

Es así, que en sí misma la tecnología es sumamente benéfica, el perjuicio está en el uso que le demos y que permitamos a nuestros hijos, como padres digitales vemos las enormes ventajas del uso de la tecnología, pero también los riesgos que conlleva, como el ciberacoso, el crimen cibernético y el exceso de información personal en línea, lo que supone un claro peligro para la familia.

Actualmente nuestros pequeños interactúan en la red de infinidad de formas y ciertas veces, alarmantemente, con personas que nunca conoceremos, por lo que están expuestos a toda clase de información, benéfica y perturbadora, a tal extremo que se considera que de los adolescentes activos en redes sociales, casi el 90% han sido testigos de algún acto cruel o de maldad. Aunque claro está que, bajo ciertas precauciones, las redes sociales pueden ser una forma segura y divertida de interactuar.

De tal suerte que como padres debemos inculcar en nuestros niños una cultura de responsabilidad y seguridad al navegar en internet. Algunas de las acciones básicas para lograrlo son:

-Familiarizarse con el Control Parental de cada dispositivo al alcance de los niños (consolas de videojuegos, computadoras, dispositivos portátiles…)

-Colocar las herramientas tecnológicas fuera de las habitaciones (deben estar ubicados en espacios de libre acceso)

-Supervisar la información y datos que los pequeños publiquen en redes sociales

-Mantenerse informado sobre la tecnología para evaluar beneficios y desventajas que pueda tener para los niños

Establecer límites e involucrarse en la manera en que los pequeños se relacionan con la tecnología

 

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