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Mercedes Juan

Discurso

Buenas tardes tengan todos ustedes, licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; arquitecto José Alfredo Santos Aseéo, Presidente del Consejo Directivo de la Fundación Mexicana para la salud; doctor Eduardo González Pier, Presidente Ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud; doctor Guillermo Soberón, Presidente Emérito de la Fundación Mexicana para la Salud; señores exsecretarios de salud, doctor Soberón, Licenciado José Antonio González Fernández,  directores del Instituto Mexicano del Seguro Social, del ISSSTE; licenciada Laura Vargas, Directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia; señora Senadora María Elena Barrera, gracias por estar aquí con nosotros.

Integrantes de Funsalud, señoras y señores, amigos todos, me da mucho gusto participar en esta ceremonia de clausura de la XXXII Asamblea General Ordinaria de la Fundación Mexicana para la Salud, señor Presidente, su presencia en esta asamblea muestra en los hechos su inquebrantable compromiso con la salud de los mexicanos y da cuenta del legítimo interés del gobierno federal para impulsar la participación de todos los actores para transformar y mover a México.

Estimado Arquitecto Santos, gracias por su invitación a la asamblea de Funsalud, organización a la cual quiero aquí públicamente agradecer la confianza y el apoyo que recibí durante mi gestión en la presidencia ejecutiva.

La Fundación Mexicana para la Salud ha mantenido a lo largo de su historia un papel crítico y propositivo, acerca del sistema nacional de salud, mediante su aporte en estudios, propuestas y recomendaciones en apoyo a los tomadores de decisiones.

Ha sido un punto de referencia en la discusión de la agenda de temas de salud, y cumple con su misión de contribuir al mejoramiento de la salud en México, ejemplo de ello es la propuesta que se hiciera desde Funsalud del proyecto del sistema de protección social en salud, y de la creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica.

Funsalud ha sido considerada por la Universidad de Pensilvania en el 2011 como ejemplo en el mundo en la categoría de políticas de salud.

México, al igual que todos los países del mundo, ha cambiado en materia demográfica y epidemiológica, y gozamos de los beneficios derivados de estos cambios, pero a la vez enfrentamos nuevos y complejos escenarios, lo que se expresa de diversas maneras.

Una muy evidente es el incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad y la diabetes, así como las asociadas al envejecimiento de la población, que nos demanda trabajar de forma estratégica y bajo un enfoque integral, multisectorial y de corresponsabilidad del sector público con el sector social y privado, a fin de incidir en la meta nacional de lograr un México incluyente.

Debemos avanzar unidos como país para cerrar las brechas de desigualdad y atender las múltiples carencias que desafortunadamente aún persisten.

El Presidente de la República nos ha instruido para asegurar una coordinación efectiva de las acciones, programas y esfuerzos de los actores que conforman el sistema nacional de salud, a fin de asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud bajo un modelo homologado de atención con calidad.

Para ello estamos llevando a cabo la integración funcional entre las instituciones, por lo que agradezco a los directores generales del Instituto Mexicano del Seguro Social, del ISSSTE y del DIF, el trabajo que estamos haciendo juntos y la disposición y compromiso en este proceso.

En esta coordinación se privilegian las intervenciones preventivas, prioritariamente los problemas de salud pública de mayor impacto, para disminuir la carga de la enfermedad, discapacidad y muerte, además de promover hábitos y estilos de vida saludables.

También bajo un enfoque integral, con las participaciones de todos los actores, trabajamos para favorecer el acceso a los servicios de salud en zonas dispersas y alejadas, a través de estrategias como las unidades móviles y la coordinación con IMSS Oportunidades, a fin de disminuir la desnutrición, la mortalidad materna y la mortalidad infantil, por mencionar sólo algunos.

Así como renovando la infraestructura y el equipamiento de las unidades de primer contacto, habremos de operar conforme a un modelo de atención primaria, con mayor capacidad resolutiva local que permita la atención oportuna.

De igual forma estamos instrumentando mecanismos que permitan homologar la calidad técnica e interpersonal de los servicios de salud, a través de una regulación efectiva de los procesos y establecimientos de atención médica, así como el mejoramiento en la calidad en la formación y capacitación de los recursos humanos, alineadas con las necesidades demográficas y epidemiológicas que está viviendo la población.

También se fortalece la vigilancia epidemiológica nacional, para en su caso responder con oportunidad ante cualquier amenaza global a la salud, además de cumplir con los tratados internacionales en el marco de los derechos humanos y buscar nuevos esquemas de cooperación internacional en salud pública, que fortalezcan las capacidades locales y regionales.

Simultáneamente estamos trabajando en las modificaciones legales y administrativas necesarias que nos permitan dar seguimiento y evaluar el uso eficiente y transparente de los recursos destinados a la salud de la población.

El Presidente nos ha instruido que en salud, a pesar de que hemos invertido más recursos en los últimos años, debemos aplicarlos de una mejor manera, donde más se necesitan y en temas de mayor costo-beneficio, en favor de la ampliación de la cobertura efectiva de los servicios de salud que se ofrecen a la población y de la sustentabilidad financiera de las instituciones de salud.

Cumpliendo las instrucciones del señor Presidente, se desarrolla la estrategia nacional para la prevención y control de la obesidad y la diabetes, asimismo el programa nacional de prevención y atención de adicciones, y las acciones de salud focalizadas en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre, por mencionar los programas más relevantes.

Estimados integrantes de esta asamblea, les invito a continuar nuestros vínculos por un bien superior, que es la salud de todos los mexicanos.

Señor Presidente de la República, su gran compromiso por la universalidad de los servicios de salud, nos alienta a trabajar decididamente para contribuir en lo que nos corresponde en la meta nacional de lograr un México incluyente y próspero.

Muchas gracias a todos y felicidades a la Asamblea.

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