Salud

Estrategia mundial de vigilancia y prevención de enfermedades zoológicas: Iniciativa One Health

Por: Dra. Fernanda Gutiérrez Escolano, Presidente AMMVIH 2012-2013.

Durante las últimas dos décadas, la principal recomendación de los grupos de expertos en todo el mundo para proporcionar una alerta temprana de las enfermedades zoonóticas; ha sido fortalecer la vigilancia de la salud pública. Aunque han mejorado mucho, las capacidades de vigilancia de esta siguen siendo restringidas y fragmentadas. Además, tienen una cobertura global desigual con deficiencias tanto en el cuidado de la salud animal, como en el de las condiciones ambientales; factores fundamentales en el origen y el comportamiento de las zoonosis. La iniciativa global denominada One Health (Una única Salud) es un proyecto desarrollado a nivel global, cuyo objetivo consiste en la prevención y el control efectivos de las enfermedades zoonóticas. Lo anterior implica la colaboración entre los sectores responsables de la salud humana, la salud animal (tanto doméstica como la vida silvestre) y el medio ambiente.

Importancia de la Zoonosis

En el presente siglo hemos sido testigos de muchas, y cada vez más frecuentes, enfermedades infecciosas que no habían sido descritas en los seres humanos. La mayor parte de los padecimientos infecciosos emergentes o reemergentes se originan en animales. En los últimos 70 años, la literatura ha documentado más de 250 zoonosis descubiertas recientemente, o con rápido aumento en incidencia o rango geográfico. Adicional a la aparición de patógenos zoonóticos, se estima que el 20% de todas las enfermedades y muertes humanas en los países menos desarrollados son atribuibles a estas situaciones endémicas. A nivel mundial, las 13 enfermedades consideradas como las más impactantes para los ganaderos pobres en los países en desarrollo, (la mayoría causantes de efectos negativos en la producción ganadera) son responsables de aproximadamente 2,7 millones de muertes y 2,400 millones de casos de padecimientos humanos cada año. El impacto mundial de las zoonosis emergentes y endémicas hace que su control y prevención sean un punto de partida natural para la colaboración entre los sectores de la salud humana y animal. A medida que avanzan los esfuerzos de unión, se vuelve fundamental identificar las prioridades de las enfermedades zoonóticas de importancia jurisdiccional para los gobiernos y las instituciones.

Se desconoce cuándo comenzaron a surgir estas enfermedades, aunque los factores causales incluyen  cambios ecológicos y demográficos a gran escala, como la domesticación del ganado y la formación  de densas poblaciones humanas, apuntan que fue hace aproximadamente 10 mil años. A medida que se han desarrollado las sociedades humanas, los patógenos de los huéspedes animales han continuado extendiéndose a nuestra población: la peste de Justiniano (541–542 d. C.), la peste negra (introducida por primera vez en Europa en 1347), la fiebre amarilla en América del Sur en el siglo XVI, la pandemia mundial de influenza en 1918 y pandemias más recientes como el VIH/SIDA, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y la influenza pandémica. Estas son causadas por patógenos zoonóticos (es decir, aquellos que se encuentran  albergados por animales no humanos), son enfermedades virales y se originaron en la vida silvestre. Generalmente son impulsadas por cambios ecológicos, de comportamiento o socioeconómicos.

Orígenes y dinámica de las zoonosis pandémicas

Existen preguntas importantes en nuestra comprensión de la aparición de estas enfermedades.

En particular, si los cambios antropogénicos en el hábitat de la vida silvestre (por ejemplo, destrucción, fragmentación, invasión) aumentan el flujo de patógenos de los reservorios de vida agreste y, por lo tanto, fomentan la aparición de enfermedades en los humanos o cómo afectan

estos cambios ambientales a las complejas relaciones huésped-parásito de las enfermedades transmitidas por vectores.

El impacto del cambio ambiental humano en las poblaciones de vida silvestre es claro: con una tasa sin precedentes de pérdida de hábitat de vida silvestre, aumento de la invasión humana en el territorio de vida silvestre, fragmentación significativa del hábitat y pérdida de biodiversidad. Para comprender el papel de los cambios ambientales en la aparición de enfermedades se requiere, en los estudios actuales sobre la aparición de enfermedades en humanos y animales domésticos, integrar diversas ramas de la biología como la ecología, la biología de la vida silvestre, de la conservación, de las invasiones; la medicina veterinaria de la vida silvestre y la microbiología.

Cuando se remontan los orígenes de las enfermedades infecciosas emergentes a la primera aparición en la población humana, se revelan algunos patrones distintivos que podrían usarse en el control de enfermedades. Primero, la frecuencia con la que surgen nuevos patógenos está aumentando, incluso tomando en cuenta el incremento de la vigilancia a nivel mundial; lo que sugiere que los esfuerzos para coordinar la estrategia global para combatir las pandemias son de gran importancia. En segundo lugar, la aparición de todos los grupos principales de enfermedades infecciosas emergentes se correlaciona fuertemente con la densidad de la población humana; lo que respalda la hipótesis de que la aparición de enfermedades si se relaciona con cambios antropogénicos (en gran medida) como la expansión de la agricultura, las rutas de viaje y comercio, así como cambios en el uso de la tierra. La domesticación del ganado que condujo a la aparición del sarampión es paralela a la intensificación más reciente de la producción mundial de alimentos que contribuyó a la aparición de la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y otras zoonosis. La expansión de las redes de carreteras, el desarrollo de tierras agrícolas y la intensificación del comercio de vida silvestre, han provocado que nuevos patógenos emerjan de la vida silvestre (p. ej., el virus Nipah, el SARS y el VIH). Además, la expansión de las rutas comerciales, que potenció la propagación de la peste negra en el siglo XIV y la aparición de la viruela en las Américas en el siglo XVI, ha continuado en la era de la globalización con la propagación concomitante del SARS, el virus del Nilo Occidental,  virus de la gripe A H5N1 y viruela del simio. Nos hemos convertido en una densa red globalmente conectada de seres humanos vulnerables a la rápida propagación de nuevas zoonosis.

Finalmente, la aparición de patógenos zoonóticos de origen silvestre se correlaciona fuertemente tanto con la densidad humana como con la distribución global de la biodiversidad de la vida silvestre.

Los avances tecnológicos en modelos matemáticos, diagnóstico, comunicación e informática permiten la vigilancia global específica de infecciones emergentes y previamente desconocidas, tanto en seres humanos, como en otras especies.

Estos modelos se pueden usar para identificar las regiones con mayor probabilidad de surgimiento de las próximas zoonosis emergentes (los llamados puntos críticos de enfermedades infecciosas emergentes). Los puntos críticos son regiones donde las actividades humanas tienen lugar en un contexto de alta biodiversidad de vida silvestre con la biodiversidad microbiana concomitante.

Los nuevos enfoques de evaluación de riesgos son prometedores para el uso de estas capacidades, para predecir y prevenir posibles pandemias en su origen (por ejemplo, en la vida silvestre u otros animales), es necesario desarrollarlos más.

Puntos críticos globales para enfermedades infecciosas emergentes que se originan en la vida silvestre. Daszac et al.

Iniciativa una única salud (One Health)

Los programas específicos de enfermedades infecciosas son métodos históricamente reconocidos para la elaboración de programas de salud precisos basados en la priorización de las zoonosis que han sido adaptados por los organismos de salud para identificar enfermedades infecciosas, tanto de importancia para la salud pública y animal, como para la vigilancia epidemiológica y la evaluación de riesgos. Son implementados por los países de acuerdo con sus necesidades propias. Algunos ejemplos son los programas específicos para ántrax, rabia, brucelosis, influenza zoonótica, encefalitis zoonóticas, Covid-19, viruela símica, etc.

Los programas específicos de enfermedades zoonóticas son generalmente programas que se enfocan en un patógeno específico, un complejo de enfermedades, un síndrome o un tema.

One Health es una iniciativa tripartita en la que participan la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones   Unidas para la Agricultura y la Alimentación, y la Organización Mundial de Sanidad Animal. Los   programas específicos de enfermedades zoonóticas a menudo incluyen actividades de One Health, pero tienden a estar dirigidos por un sector específico (por ejemplo, salud humana, salud animal). Por el contrario, un sistema One Health integra delegados de todos los sectores relevantes y coordina todas las actividades, incluidos los programas específicos de enfermedades zoonóticas entre los sectores participantes.

La prevención y el control efectivos de las enfermedades zoonóticas requieren un enfoque de One Health, que implica la colaboración entre los sectores responsables de la salud humana, la salud animal (tanto doméstica como la vida silvestre) y el medio ambiente. Uno de ellos, constituido como Generalizable One Health Framework (GOHF), proporciona la estructura para usar un enfoque de   One Health en los programas de enfermedades zoonóticas que se implementan a nivel local, subnacional, nacional, regional o internacional. Parte del marco es un conjunto de herramientas que compila los recursos existentes y los presenta siguiendo un esquema paso a paso, lo que permite a los usuarios identificar los recursos relevantes a medida que se requieren. Junto con las recomendaciones para implementar un enfoque de One Health para la prevención y el control de enfermedades zoonóticas en dominios técnicos que incluyen laboratorio, vigilancia, preparación y respuesta. Este marco puede mejorar y guiar el desarrollo de capacidades para combatir las amenazas de enfermedades zoonóticas en el humano, animal e interfaz del entorno.

Existen otros programas como ProMED, que se desarrollaron en la década de 1990 para mejorar la capacidad de alerta temprana; noción que se ha expandido sustancialmente con una serie de nuevas iniciativas como la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos de la OMS, HealthMap.org (y, de manera similar, la Red de inteligencia de salud pública global de Canadá), un sistema que realiza una búsqueda y filtrado de alta capacidad de fuentes de Internet para identificar nuevos brotes de patógenos lo más rápido posible; en Estados Unidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el programa de Detección de Enfermedades Globales de Prevención, el Sistema de Vigilancia y Respuesta de Infecciones Emergentes Globales del Departamento de Defensa y otras iniciativas. Estas han sido asistidas por la coordinación regional y la formación de, por ejemplo, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. También involucra la adopción del Reglamento Sanitario Internacional revisado, que incorpora una definición amplia de brotes de interés para la salud pública, como en animales no humanos, y proporciona un incentivo para que los países de bajos ingresos generen la capacidad para la vigilancia y prevención de pandemias.

A su vez, han comenzado los esfuerzos para reducir o prevenir las zoonosis pandémicas antes de que surjan en las personas, y podrían formar la plantilla para una nueva estrategia de prevención de pandemias coordinada a nivel mundial. En el caso de la influenza, estos esfuerzos se han centrado en la vigilancia animal como una estrategia para identificar períodos en los que el riesgo de propagación a las personas es alto. Se ha pedido una vigilancia más amplia en la vida silvestre para incluir el descubrimiento de patógenos específicos; sin embargo, se han implementado pocos esfuerzos coordinados para prevenir la aparición de enfermedades zoonóticas con la vigilancia de la vida silvestre. El programa Emerging Pandemic Threats es un proyecto notable iniciado en 2009 por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, diseñado para identificar rápidamente –y eventualmente predecir– la aparición de nuevas amenazas para la salud pública y aumentar las capacidades a nivel nacional para mitigar los efectos potenciales de estas amenazas.  Enfatiza, a su vez, en un enfoque estratégico que se basa en el entendimiento de que la salud y el bienestar de las personas, los animales y el medio ambiente están inexorablemente vinculados. Así, promueve un enfoque de salud que abarca las comunidades de salud animal, salud pública, medio ambiente y conservación con el objetivo de promover políticas y capacidades para identificar y minimizar el riesgo de aparición de nuevas enfermedades.

El programa Emerging Pandemic Threats, a través de su componente PREDICT, ha desarrollado un enfoque en el que se utiliza un modelo predictivo para identificar las regiones, los anfitriones de vida silvestre y las interfaces ser humano-animal con más probabilidades de propagar la próxima zoonosis emergente. El enfoque reúne a expertos de especialidades, que incluyen ecología de vida silvestre, epidemiología, genética, virología, informática y medicina veterinaria; todos enfocados en la construcción de un sistema global de alerta temprana para enfermedades emergentes que se mueven entre la vida silvestre y las personas. El primer objetivo del programa es obtener datos confiables y oportunos sobre las amenazas zoonóticas a través de la vigilancia en Internet de informes de eventos inusuales en los países del hotspot, análisis de la capacidad de los patógenos para emerger y luego propagarse bajo diferentes sistemas sociales, y la recolección de muestras de los anfitriones de vida silvestre con mayor probabilidad de albergar zoonosis.

Finalmente, la elaboración y distribución de vacunas, tanto en animales como en humanos, puede contribuir enormemente en el control de las zoonosis.

Referencias

  1. Daszak, P., Cunningham, A. A. & Hyatt, A. D. Anthropogenic environmental change and the emergence of infectious diseases in wildlife. Acta Trop. 78, 103–116. https://doi.org/10.1016/S0001-706X(00)00179-0 (2001).
  • Daszak, P Anatomy of a pandemic. The Lancet, Volume 380, Issue 9857, 1–7 December 2012, pp 1883-1884
  • Morse, S et al. Prediction and prevention of the next pandemic zoonosis. The Lancet, Volume 380, Issue 9857, 2012, pp. 1956-1965
  • Ghai, R et al. A generalizable one health framework for the control of zoonotic diseases. Nature Scientific Reports volume 12, Article number: 8588 (2022)

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