Somos testigos de una crisis sin precedentes
El periodista es un vector de conocimiento práctico y vital para que se recupere la conciencia
25 de marzo de 2014
Es un orgullo para el Club de Periodistas de México comprobar la calidad creciente de los trabajos que se presentan para el Certamen anual de periodismo. El nivel de profesionalismo cultura y valor civil que muestran los comunicadores participantes nos hacen albergar grandes esperanzas para el futuro del periodismo mexicano.
Lo anterior contrasta con la creciente hostilidad de un entorno que percibe a los periodistas libres como una amenaza a intereses reales o imaginados. El creciente número de comunicadores asesinados o intimidados con impunidad en muchos estados del país es testimonio de que el periodismo es visto por muchos como algo de lo que nuestra sociedad podría prescindir,
La muerte ya habitual y siempre impune de los comunicadores plantea un congelamiento virtual del flujo de información confiable en torno a la situación grave que viven ciertas comunidades que tiene que acostumbrarse a vivir sin ningún tipo de noticias formales de su entorno el cual no provenga de las redes sociales.
También ocurre que a todos niveles, el periodista disidente a fondo del sistema que nos empantana es amenazado o bien hostilizado con la difamación y el ataque gratuito de quienes desde medios mercenarios gozan del apoyo del poder económico. Cuando esos periodistas osan defenderse sus acosadores como el ratero que grita “¡al ladrón!” quienes viven de la calumnia se dicen víctimas de una persecución y reclaman apoyo de los que llaman sus colegas.
Somos testigos de una crisis sin precedentes que es el resultado de más de 22 años de la aplicación rigurosa en la país del modelo neoliberal que ahora culmina con la reforma energética. Desde la visión oficial se niega la posibilidad de que esta crisis de criminalidad e inseguridad paralizante tenga que ver con la economía estancada.
Quien crea que con más de lo mismo en el aspecto económico México va a reemprender el camino del desarrollo y la creación masiva del empleo estable se equivoca. El brutal poder de los carteles se está haciendo irreversible y sólo podrá revertirse con el retronó al modelo económico plasmado en la Constitución hasta el año pasado o mejor aún anterior a las reformas de 1992.
El periodista es un vector de conocimiento práctico y vital para que se recupere la conciencia de esta necesidad y que la población abandone la apatía y la desesperación que tanto desatino ha ocasionado.
Cada trabajo periodístico presentado a este Certamen es un trabajo en ese sentido y un testimonio del fracaso de un modelo que se viste de seda y se anuncia incesante en la publicidad oficial. Lo anterior nos enorgullece y nos estimula para seguir por el camino del periodismo crítico y con criterio.
Es una tarea difícil pero posible y los vientos del cambio deben soplar pronto haciéndose irresistibles otra vez.
