Pasión por el Rock and Roll
Por: Jhovanna A. Montejo
Coleccionar cosas es un hobbie para muchos, pero se convierte en una pasión para algunos, uno de esos personajes es Gerardo Fernández Soria “Jerry”, quien desde muy joven se convirtió en seguidor de la llamada Ola Inglesa, haciéndose de una de las colecciones más interesantes y nutridas en su tipo.
“Yo me inicio en el mercado de Portales, yo crecí en una familia que le gustaba el rock, siempre les gustó, entonces yo oía canciones de los Teen Tops, de los Rebeldes del Rock, los Locos del Ritmo y todo empezó ahí, pero yo quería buscar cosas más selectas, cosas más raras, algo así que me impresionara, no los refritos que hacían ellos”.
“Entonces, a los 13 o 14 años encuentro un disco de un pantalón y digo ‘ah chirrión’, me llama la atención hasta que después di con que era el disco de Stickit Finger de los Rolling Stones, empiezo a escuchar a los Stones, a los Jar Bears, a La Crema, y de ahí me empieza a nacer todo el movimiento del rock and roll, pero ya cosas más selectas, empiezo a escuchar, a leer libros”.
Emocionado, Jerry platica cómo fue descubriendo su gusto y afición por el Rock and Roll, “A los 16 o 17 años, en el Chopo, cuando realmente era el tianguis cultural, veo gente que vende sus acetatos, cambiaba libros, revistas, y todo eso me emociona”.
“Yo siempre he trabajado, me ha gustado el trabajo, compraba mis discos, mis playeras, compraba cosas raras que casi nadie tuviera para ir a otra dimensión muy diferente del rock”.
“Empiezo a comprar acetatos y después de un largo tiempo, establecí una tienda que se llama Retro London, de discos, playeras, souvenirs…, ahí en el mercado de portales”.
Orgulloso de su colección y de cómo la adquirió, comentó, “mi primer artículo fueron los casettes de los Doors, me costaron creo que seis pesos o 4.50, ahí en la Discolandia, porque yo vivía aquí en la portales y la tienda famosa estaba por la salida al metro y vendían todo este tipo de casettes, eran todos originales de la disquera Electra, escuchaba mucho The Doors y ese fue casi el primer disco con el que me inicié”.
Este amante del buen rock, como se autodenomina, afirma que lo trae en la sangre, pues desde siempre ha sido parte de su vida. Explicó que a pesar del costo de los discos y artículos de hace unos años, y que ahora forman parte de su colección, siempre hizo un esfuerzo para poder conseguirlos, además de resaltar, “yo he aprendido de Armando Molina; de Armando Blanco; de Jaime Armada, de mucha gente; de Carlos Mata, el de Nuevo México, y aparte de muchas personas que me ha enseñado Rock, también”.
Platicó que en sus inicios invertía un aproximado de 16 pesos, pues además muchas de las cosas las conseguía a buenos precios en el tianguis de las chácharas, destacando que fue ahí donde compró su primera grabadora, la cual acondicionó con unas latas para que funcionaran como búfer.
“O sea, empecé ahí con las bocinitas y ya después me hice de mi tornamesa, te vas haciendo de tus cosas poco a poco, de tu grabadora y ahorita pues ya lo más moderno”.
El coleccionista asegura sus artículos tienen un fuerte valor sentimental, más que costo económico, pues aunque ha invertido un aproximado de 100 mil pesos en su colección, considera que el valor es mayor porque es algo que le apasiona.
Jerry mostrando parte de su colección
Una de las anécdotas que más recuerda es la forma en la que consiguió uno de los acetatos más difíciles de obtener dentro de su colección, “Fíjate, yo siempre quise encontrar el disco de sus Satánicas Majestades, de los Rolling Stones y nunca lo hallé y quien lo tenía lo vendía bien caro, nunca lo encontré ni en el Chopo, ni en tianguis culturales, ni en las antigüedades, ni en los bazares”.
“Un día llegó un señor y me dijo: “Jerry, te quiero regalar un disco que va a quedar muy bien contigo y espero que lo cuides, te lo estoy dando a ti porque sé que aquí va estar bien” y me trajo este disco, de sus Satánicas Majestades, que a mí me encanta bastante, es una onda muy psicodélica y aparte es un muy buen disco; en la foto en portada trae las caritas de los Beatles; ahí donde están los Rolling Stones”.
“Luego un chavo de la Marimba Alfaro, de instrumentos musicales, me dijo ‘oye, me cayó un disco, lo cambié por unas cosas, dame 100 pesos’, le dije ‘órale va’, fui y era el mismo disco, o sea yo nunca lo encontré, y así fue como me hice de esos dos acetatos”.
En cuanto a la pieza que más dinero le costó dijo, “uno de John Lennon una edición inédita, por ese pagué 2 mil 400 pesos”.
Al cuestionarlo sobre la piezas más raras que posee señaló, “La pieza más rara, el libro de Avándaro, porque ahí habla de la Portales, de los nazis, de aquel tiempo, que nacieron aquí, del festival, todo eso y ese libro yo creo que no lo vuelvo encontrar; ni la caja de John Lennon inédita que nunca salió, no la encuentras ni en internet, no le encuentras en ningún lado y la tengo nuevecita, son grabaciones raras que él hizo”.
Sobre la caja inédita contó cómo llegó hasta sus manos, “yo tenía un micrófono Shure, porque yo me dedico a la compra-venta desde hace muchos años, y un amigo mío me dijo, ‘oye tengo una caja pero a mí no me interesa esto’, o sea jamás le tomó un valor, me dijo ‘quiero mil pesos, pero necesito tu micrófono’ y se lo cambié, fue como me hice de esa caja”.
Entre las cosas más destacadas con las que cuenta en su colección está la bandera de Hip 70, “todos me le envidian porque era la que estaba allí en el gran Templo del Rock que es con Armando Blanco, esa banderita si me la regaló Armando Blanco, tiene unos 30 o 45 años que estaba ahí en la Insurgentes, esa banderita, ese libro, esta caja, el disco de los Stones, y muchas cosas más que por el momento no me acuerdo, pero que siguen siendo valiosas y que están en el puesto”.
“Hay una colección de los Beatles que tengo que vale como 15 mil pesos más o menos, puro acetato”.
Próximo evento
Además de coleccionar también se dedica a la realización de eventos relacionados con el Rock, por lo que comentó:
“el evento va a ser el 28 de junio, a las 7 pm en el Wings Tlalpan, va a ser en un gran evento porque va a estar uno de los mejores fundadores del rock, Horacio Reni, fue el que convirtió la canción de ‘La novia de mi mejor amigo’ la traducción, va estar Armando Blanco dando una crítica de rock, Mario Avándaro con su exposición y un servidor, Retro London, vamos a exponer, a hacer una noche mágica de puro blues. Va a tocar una banda, van a llevar una tornamesa y recordaremos mucho de los sesentas y setentas”.
“El cover es de 120 pesos; por mí, fuera gratis, como lo hecho en el mercado, pero no se puede porque aquí cobran. El rock and roll es para compartirse, pero también los músicos comen”.
Jerry no perdió oportunidad para destacar, “los Rolling Stones son la reseña, lo máximo y mucho, he escuchado de todo, pero en mi corazón son los Rolling Stones, porque yo crecí con ellos, los adopté como si fueran parte de mi familia, es muy raro que alguien te diga eso, porque dirán que estás muy loco, pero son como parte de mi familia porque me sacaron de toda esa nostalgia y tristeza que sentía al haber perdido mis padres”.
“Algo fuerte, pero tuve una persona que se portó muy linda, que quiero que quede su nombre en alto que se llama María de la Luz Soria González, eso nunca se me olvida, es una señora una gran persona que siempre me cuidó, me vio y gracias a ella tengo Retro London, eran sus puestos, gracias a ella estoy aquí, que no sé dónde anduviera porque ella me adoptó” subrayó.