Noticias

Mantenerse saludable no cuesta mucho

La respuesta es sencilla pero compleja: porque nuestra alimentación está al revés: comemos poco de lo que deberíamos y mucho de lo que no deberíamos. Los supermercados están repletos de carbohidratos supuestamente “light “ o de productos que prometen mejorar nuestra digestión pero que no solo no lo logran de manera eficiente y permanente sino que además crean en nuestro cuerpo un PH que no es saludable.

El estar delgados es una meta a la aspiramos llegar o en la que esperarnos mantenernos a veces incluso a costa de nuestra salud. Lo ideal –comenta el Dr. David Duarte, médico homeópata por el IPN y pionero en México de la medicina UNANI* – es que la meta sea ser sanos y que el mantenernos en un peso y en una talla adecuada sea la consecuencia de un estado de salud.

Para ello, para estar sanamente delgados, el Dr. Duarte nos presenta un sistema que sorprende por su sencillez  pero sobre todo por sus resultados pues no sólo logra un cuerpo sano y delgado sino con “bonita forma” resultado del equilibro metabólico y hormonal del cuerpo. No se trata de tips o consejos aislados para bajar de peso, es un SISTEMA  por lo que hay que seguir todas las recomendaciones:

1.- Disminuir la ingesta de carbohidratos. Es necesario dejar de consumir azúcares y harinas refinadas como las pastas. Incluso el consumo de pan integral debe ser moderado y también el de las frutas que debe limitarse a las mañanas.

2.- Es imprescindible eliminar por completo de nuestra alimentación los lácteos en cualquiera de sus modalidades (leche, crema, yogurt) por lo menos durante tres meses.

3.- La última comida del día debe ser antes de las 8:00 de la noche para permitir que el  metabolismo del hígado se realice correctamente durante la noche; en esta última comida hay que evitar alimentos crudos.

4.- Es recomendable tomar limón en ayunas, esto ayuda a desintoxicar  el cuerpo.

5.- Es importante aumentar la ingesta de proteínas y de verduras verdes.

 

6.- Se recomienda sustituir el consumo de agua sola por el de sueros orales comerciales o, aún mejor, por el de suero casero preparado con limón y miel de abeja al gusto con una cucharadita de bicarbonato y media cucharadita de sal de grano (o sal de mar).

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button