El premio fue disputado entre más de 2051 artistas de todo el mundo, el número más alto de postulaciones desde la creación de este evento. El trabajo que la artista presentó forma parte de un proyecto mayor titulado Expuestas registros públicos, que como eje tiena la violencia hacia las mujeres, tema que Wolffer lleva trabajando desde distiontas disciplinas artísticas.
Evidencias consiste en recabar y exhibir objetos domésticos, en apariencia inofensivos, que han sido empleados para agredir, herir o humillar a las mujeres. Almohadas, collares y correas de perros, encendedores, baldes de agua y botecitos de saliva, por mencionar sólo algunos ejemplos, operan como testigos para señalar y denunciar la violencia experimentada por las mujeres que eligen participar en la obra. Cada objeto se acompaña de un breve testimonio escrito en el que la donadora narra su historia en su propia voz y sin intermediarios.
La obra se ha expuesto en distintos puntos de la República Mexicana, siendo Tijuana el más reciente.
