Por: Dr. Roberto Ahued Ahued
Mundodehoy.com.- Tener un hijo prematuro es una de las experiencias más estresantes a las que se puede enfrentar una madre y un padre por el impacto desfavorable en la salud del bebé y las discapacidades físicas que se pueden presentar al momento del nacimiento, entre las cuales destacan: inmadurez pulmonar, que puede desencadenar un síndrome de dificultad respiratoria; retraso del desarrollo; alteraciones visuales y auditivas; parálisis cerebral, y trastornos psicomotores. Lo anterior se traduce en altos costos en atención médica, problemas familiares y sociales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido a la prematurez como un problema de salud pública por tratarse de la primera causa de muerte neonatal en el mundo. Anualmente alrededor de 13 millones de mujeres han padecido un parto pretérmino, la mayoría de estos nacimientos se presentan en países en vías de desarrollo, en donde la cifra de decesos por este defecto al nacimiento alcanza las 16.4 muertes por cada mil niños nacidos vivos, mientras que en países desarrollados como Japón, es de 3.8 por cada mil niños que nacen con vida. En México es la octava causa de fallecimiento en población general.
Para que un bebé se considere prematuro tuvo que haber nacido después de las 20 semanas de edad gestacional y antes de las 37 semanas. Normalmente el embarazo tiene una duración de 40 semanas.
Diversas investigaciones han dado a conocer que algunos de los factores de riesgo son: hemorragia vaginal, tabaquismo e ingestión de bebidas alcohólicas, edad materna (antes de los 17 y después de los 35 años), raza, embarazo múltiple, infecciones, obesidad o nulo aumento de peso en la gestación, hipertensión y diabetes.
Además de los factores mencionados, en muchos casos también intervienen aspectos como bajo nivel académico y la falta de recursos económicos en el núcleo familiar, sin embargo, hasta el momento se desconoce la causa específica del parto pretérmino.
Cabe destacar que para disminuir la frecuencia de los nacimientos prematuros, todos los esfuerzos se deben enfocar en la prevención, es decir, que la futura mamá se prepare antes que se sepa embarazada, por lo que es recomendable ingiera ácido fólico, cuide su peso y su alimentación, realice alguna actividad física continuamente, visite a su médico y siga sus indicaciones con la finalidad de reducir al mínimo la posibilidad de tener un bebé con dicha condición.
Por la importancia que tiene la prematurez a nivel mundial, en nuestro país el gobierno ha impulsado campañas de prevención a lo largo de varias décadas. Además, organizaciones civiles como el Grupo de Estudios al Nacimiento (Gen, A.C.) trabajan continuamente para que más profesionales de la salud cuenten con información actualizada en beneficio de los padres y sus hijos.
