Si bien en nuestro país la fecha más celebrada es la que conmemora a la madre, pues la figura materna es muy importante en la cultura mexicana, es muy justo festejar y reconocer al padre, quien en la mayoría de los casos es el sostén medular de la familia.
Sigmund Freud dejó correr mucha tinta para demostrar que la sombra de los padres persigue a los hijos durante toda la vida. Uno de los temas que más trató, se concentra en el hecho de que los padres adoran y, al mismo tiempo, fastidian a sus hijos.
La figura del padre es tan importante, que muchos de los grandes artistas, escritores, deportistas, músicos, y cada persona que habita esta tierra, tiene recuerdos de su presencia, y ha creado obras de arte o logrado innumerables triunfos en su nombre. Recordemos la Carta al padre, del escritor checo Franz Kafka, en donde la dicotomía freudiana tiene un gran ejemplo.
La idea de celebrar el Día del Padre surgió en 1909, cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd, de Washington, propuso la idea de celebrarlo. Según Wikipedia, esta mujer quería homenajear a su padre, quien era un veterano de la guerra civil llamado Henry Jackson Smart, que enviudó cuando su esposa murió durante el parto de su sexto hijo y, a partir de ahí, se hizo cargo de criar a sus hijos cumpliendo rol de padre y tratando de hacer el de madre.
Como Henry Jackson Smart había nacido el 19 de junio, su hija propuso la fecha de su cumpleaños como día del padre.
La idea de instituir un “Día del Padre” fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, y fue en 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre.
En 1966 el presidente Lyndo Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como Día del Padre en Estados Unidos.
México, al igual que otros países latinoamericanos, adoptaron esa fecha como la celebración oficial.
En nuestro país, y como sucede en la celebración del Día de la Madre, muchas familias acostumbran reunirse y realizar alguna convivencia en nombre de los padres, abuelos o padrastros.
Se arma la fiesta y las familias se organizan para preparar algún platillo, se les reparten obsequios a los papás o simplemente se trata de que ellos pasen un rato agradable en compañía de toda su familia.
En algunos países de Latinoamérica se celebra el Día del Padre en diferentes fechas; es un día no solamente para honrar a nuestro padre, sino a todos los hombres que figuran como padres, a los padrastros, a los tíos, a los abuelos y, en general, a la figura paterna.
La celebración en otros países
En la mayor parte de los países de América Latina, al igual que en los Estados Unidos y Canadá, el Día del Padre se celebra el tercer domingo de junio.
En Bolivia y Honduras se festeja el 19 de marzo, día de San José según la tradición católica (santo patrono de los carpinteros); según la Biblia, San José, el padre adoptivo de Jesús, era carpintero.
En Brasil, en cambio, se celebra cada segundo domingo de agosto, en la República Dominicana se celebra el último domingo de julio, y en Guatemala y en El Salvador el festejo es el 17 de junio.
En Argentina se nombra comúnmente al festejo del tercer domingo de junio como el “Día del Padre” siendo el del 11 de junio el más aceptado como Día del Padre nacional. En este país se han realizado distintas acciones provinciales y nacionales para que sea una ley.
En Alemania hay dos celebraciones asociadas con el Día del Padre. Por un lado Vatertag se celebra el 21 de mayo, día de la Ascensión y es fiesta nacional. Por el otro, Herrentag es una celebración tradicional consistente en hacer un viaje sólo de varones subiendo por una montaña con carros con vino o cerveza y comida regional.
Algunos otros países europeos también conmemoran el día con diversos festejos.
En realidad, este día es una gran oportunidad para disfrutar a la familia. Tanto para que los hijos consientan a papá, como los propios padres compartan un momento de celebración con toda su familia.
