Ellas.mx.- A medida que va pasando el tiempo, el rostro va perdiendo luminosidad y definición. Si bien es cierto que no se puede luchar contra el paso del tiempo, también lo es que, sin necesidad de acudir a la cirugía estética, existen sencillos trucos de maquillaje que te ayudarán a estar más radiante y joven que nunca.
Aunque pueda parecer lo contrario, sí, es muy fácil, tan solo necesitas un poco de práctica y optar por colores naturales y texturas fundentes que contribuyan a aportar a la piel un aspecto fresco. ¿A quién no le gustaría parecer más joven? Eso sí, aunque los trucos de maquillaje ayudan, también contribuye definitivamente a vernos y sentirnos más jóvenes (no te quepa la menor duda) el hecho de adoptar hábitos de vida saludables, es decir, dormir las horas suficientes, llevar una dieta equilibrada y, por supuesto, hacer algo de ejercicio físico.
Estos son algunos consejos para luzcas más radiante y joven que nunca. ¡Toma nota!
Bases de maquillaje para aportar naturalidad: El secreto para lucir una piel perfecta depende de una buena elección de la base de maquillaje. En principio tienes que huir de las texturas mates y optar por una base de maquillaje hidratante con acabado satinado, eso sí, ten en cuenta que, por un lado, el color de la base debe ser un tono más claro que el de la piel y, por otro, que debe tener una cobertura media, nunca total porque conseguirías justo el efecto contrario al que persigues, es decir, echarte años encima.
El corrector, un gran aliado para corregir las imperfecciones: Sí, resulta perfecto, pero hay que saber utilizarlo para conseguir el objetivo que queremos. En primer lugar, es una magnífica solución para cubrir esas primeras manchas de la piel y, en segundo lugar, si utilizas un poco de corrector (un tono más claro que la base de maquillaje) bajo los ojos y lo difuminas hacia las sienes, siguiendo el hueso del pómulo, conseguirás ‘elevar’ la mirada de una manera muy efectiva.
Igualmente es muy eficaz para borrar las antiestéticas ojeras. Hay que comenzar aplicando un poquito de corrector (con pequeños toques, sin arrastrar el producto) en la ojera y debajo de las pestañas inferiores. Difumínalo bien y aplica unos polvos translúcidos. Para finalizar, extiende tu base de maquillaje.
Cejas y pestañas perfectas: Son el secreto de una mirada joven y con personalidad. Si con el paso del tiempo tus cejas han ido perdiendo pelo y color, defínelas muy suavemente con un lápiz (levantando y dibujando el arco de la ceja), de esta forma conseguirás dotar a tu rostro de mayor expresividad.
Para los párpados caídos, utiliza una sombra en tono marrón justo en el pliegue de los párpados para definirlos y ‘elevarlos’.
En cuanto a las pestañas, si están poco pobladas puedes optar por las extensiones o algo más sencillo: la aplicación de una buena máscara de pestañas, que contribuirá a delimitar y agrandar la mirada.
¡Papada, fuera!: Es uno de los problemas estéticos que más preocupan a medida que se van cumpliendo años. Sin embargo, el maquillaje puede obrar verdaderos milagros. En el fondo, el secreto radica en jugar con las luces y las sombras (tal y como pone de manifiesto la técnica del contouring).
Hay una regla básica: todo lo que queramos disimular o esconder debe ir en tonos oscuros, mientras que todo aquello que queramos destacar o resaltar tiene que ser de tonos claros, luminosos.
En primer lugar, debes aplicarte tu base de maquillaje habitual. A continuación, con un pincel y utilizando un maquillaje más oscuro (siempre dentro de la gama del color de tu piel), perfila toda la línea de la mandíbula, ligeramente por debajo y de lóbulo a lóbulo de la oreja. Seguidamente, y partiendo de esa línea, ve rellenando en dirección al cuello. Para finalizar, con una brocha y con el mismo tono de maquillaje que has usado, vas difuminando el contorno interior del cuello para conseguir homogeneizar el tono de piel. Puedes aplicar también unos cuantos brochazos de polvos translúcidos para fijar perfectamente el maquillaje y permanezca intacto todo el día.
Rubor para conseguir un tono saludable y juvenil: Según los expertos en maquillaje los tonos más acertados son los tonos rosados y afrutados. Eso sí, hay que aplicarlo bien: evita extender el colorete hacia la sien, si quieres conseguir un efecto más natural. La mayor parte de los expertos coincide en que lo mejor es iluminar con texturas nacaradas, que se deben aplicar en la parte alta del pómulo; por el contrario, hay que evitar marcar la parte inferior porque resta jugosidad y redondez.
Labios frescos y jóvenes: Aunque es cierto que con el paso del tiempo van perdiendo color y definición, la clave para conseguir unos labios jugosos y atractivos es, además de hidratarlos, utilizar, por un lado, el perfilador, en un tono suave y natural, y, por otro, huir de los colores oscuros (muy especialmente de las tonalidades marrones). Lo más indicado es optar por brillos y tonos suaves, que aportarán frescura y juventud.
