Sanamente.mx.- Hoy en día el TDAH, uno de los trastornos más conocidos, destaca por ser mal utilizado, por lo cual muchas veces mal diagnosticado. El Trastorno de Déficit de Atención está asociado a la hiperactividad, bajo desempeño escolar o un mal comportamiento del niño. Existen trastornos de moda, actualmente existe un diagnóstico excesivo de TDAH, todos los niños son hiperactivos o tienen problemas de atención.
Datos del incremento de búsqueda del trastorno en el portal de Psico.mx, señalan que hay un interés en conocer, diagnosticar y tratar correctamente a los niños mexicanos. Especialmente en 3 estados de la República como: Hidalgo, San Luis Potosí y Yucatán se observa un incremento entre el 2014 y 2015 en búsqueda de Hiperactividad, Problemas de Conducta y Trastornos del Aprendizaje, cada una de éstas características se asocia al TDAH.
En Hidalgo se ve un incremento de búsqueda de Hiperactividad hasta 8 veces más en el 2015 que el año anterior y en problemas de conducta se duplicó. San Luis Potosí presentó un incremento de 4 veces más su búsqueda de psicólogos para el tratamiento de problemas de conducta y dobló en cantidad para especialistas en Trastornos del Aprendizaje. En cuanto a Yucatán creció el doble para Problemas de Conducta y un tres veces más en comparación del año pasado con Trastornos del Aprendizaje.
Los datos que el portal de Psico.mx proporciona nos muestra de una forma clara el incremento del trastorno y la búsqueda por un buen tratamiento. El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad es algo muy complejo de diagnosticar, ya que sus síntomas se confunden con muchos otros comportamientos, se debe trabajar en encontrar el tratamiento idóneo para el niño, el cual es otro tema de gran polémica: la medicación infantil.
TDAH «La ilusión de que los problemas de conducta de los niños pueden curarse con fármacos nos evita que, como sociedad, tratemos de buscar soluciones más complejas, que serían necesarias. Los fármacos sacan a todos (políticos, científicos, maestros, padres) del apuro. A todos, excepto a los niños». (Sroufe, 2012).
