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Dr. Jorge Arturo Alatorre Alexander, Oncólogo Médico, Coordinador de la Clínica de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Profesor del Curso de Alta Especialidad en Oncología Torácica INER, Hospital Ángeles Lomas

Pulmon.mx.– Desafortunadamente la mayoría de pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas se detectan en enfermedad avanzada, esto significa que el tumor tuvo la capacidad de viajar a otros sitios en el cuerpo, siendo los más frecuentes: el  pulmón del otro lado, el hueso, cerebro, glándulas suprarrenales y el  hígado principalmente. Es por ello que en esta etapa el tratamiento principal debe ser un tratamiento que llamamos sistémico (esto significa que tiene que llegar a través de la sangre a todo el cuerpo, ya que la enfermedad se encuentra diseminada y un tratamiento muy localizado como la cirugía o radiación no es de utilidad, excepto en algunas situaciones especiales).  

Debido a la frecuencia de esta enfermedad, es fundamental que la población conozca los conceptos básicos del tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas, ya que en la actualidad se dispone de un arsenal de tratamientos cada vez más eficaces y mucho mejor tolerados por los pacientes que padecen de esta enfermedad. Cabe destacar que cuando la enfermedad se encuentra  en una etapa avanzada el objetivo no es el de curar al paciente, sino más bien lograr un control duradero de la enfermedad, mejorar los síntomas y las condiciones de vida del enfermo, y por suerte cada vez con más éxito.

En este apartado describiré el tratamiento sistémico, enfocándome a terapia personalizada y a quimioterapia y posteriormente en otro apartado se tocará lo relacionado a inmunoterapias. 

Ya habiéndose establecido el diagnóstico de cáncer de pulmón de células no pequeñas y habiendo demostrado que la enfermedad se encuentra avanzada, para los médicos es muy importante conocer qué subtipo de cáncer de pulmón, “ponerle su nombre” (adenocarcinoma es el más frecuente, seguido por epidermoide y  células grandes). Si el tumor es adenocarcinoma o de células grandes para poder seleccionar el tratamiento más adecuado buscar un biomarcador, lo que equivale a “ponerle un apellido molecular” (mutación en EGFR o ALK). 

Terapia Personalizada Para Pacientes con Cáncer de Pulmón que cuentan con un Biomarcador 

El saber que pacientes presentan alteraciones genéticas en su tumor como son EGFR y ALK, hace que los pacientes puedan ser tratados de forma muy exitosa con medicamentos oncológicos llamados Inhibidores de Tirosina Cinasa, los cuales son medicamentos tomados, que van dirigidos contra la alteración molecular que se identificó en el tumor. En México del 28-32% de los pacientes tienen mutación en EGFR y un de un 3-7% tiene la mutación de ALK. El conocer esta información permite un control del tumor, que puede llegar a ser tres a cuatro veces más que con la quimioterapia estándar, lo que permite que los pacientes puedan vivir el triple de lo que se lograba con anterioridad. Algo muy importante de hacer mención es que estos tratamientos son mucho mejor tolerados que otros medicamentos oncológicos, ya que la toxicidad que presentan esta caracterizada por la presencia de diarrea leve, rash (granitos como cuando estamos en la pubertad) y en ocasiones incremento de algunas enzimas del hígado. 

Este tratamiento tiene la capacidad de reducir de forma importante el tamaño del tumor, con lo que se logra que las molestias que generalmente aquejan a los pacientes con esta enfermedad, como son falta de aire, tos y dolor en el tórax, disminuyan de forma significativa y el beneficio de estos tratamientos se puede ver en la mayoría de los casos de forma muy rápida, de dos a cuatro semanas. 

Después de un buen tiempo de haber logrado un buen control de la enfermedad con estos medicamentos, el tumor empieza a crecer nuevamente y para ello actualmente es de utilidad volver a tomar una biopsia del tumor, como cuando se hizo el diagnóstico, para saber qué cambió en el tumor, ya que  en la actualidad existen tratamientos que nos pueden permitir seleccionar un tratamiento en base a este conocimiento. Por ejemplo, a la progresión de un inhibidor de EGFR,  5 – 6 de 10 pacientes cuentan con una mutación llamada T790M para la cual ya se cuenta con un inhibidor específico para esta alteración. Actualmente se realiza investigación en identificar como es la progresión de estos tumores para poder desarrollar medicamentos que permitan continuar controlando al tumor.  Muchos de estos medicamentos que se ocupan de la progresión en la actualidad, el  acceso en nuestro país es a través de estudios de investigación.

Estos avances en el tratamiento del cáncer de pulmón han permitido que la enfermedad se vaya cronificando. 

Tratamiento en Pacientes que No Cuentan con un Biomarcador 

El mejor tratamiento para pacientes que no cuentan con un biomarcador presente o en aquellos que se desconoce el mejor tratamiento es dar quimioterapia. La quimioterapia que se utiliza para esta enfermedad es diferente a la que se ocupa para otras enfermedades oncológicas y esto lo comento porque hay muchos pacientes y familiares de pacientes que tienen la imagen de la quimioterapia basados en una experiencia previa con algún otro conocido o basados en lo que pasa a veces en películas donde parece peor el remedio que la enfermedad, pero por fortuna eso no es así en la actualidad. La quimioterapia estándar en cáncer de pulmón es una quimioterapia  basada en unos medicamentos que llamamos platinos. Esta quimioterapia se aplica por vía intravenosa y el paciente como en muchas otras quimioterapias no requiere hospitalizarse para recibirla, sino que se aplica en un reposet durante aproximadamente 4 horas y el paciente se va a su casa. Este tratamiento se aplica cada 21 días, y se repite de cuatro a seis ocasiones. Después de este tratamiento, si el tumor se encuentra bien controlado, existe la opción de detener el tratamiento e iniciar vigilancia o bien continuar el tratamiento con un solo medicamento entrando en una fase de mantenimiento, lo que permite controlar un poco más al tumor.

Los tumores también tienen la capacidad de generar vasos sanguíneos que les permita alimentarse, y para ello existe un medicamento que pueden acompañar a la quimioterapia que tiene un efecto anti-angiogénico (combate la formación de vasos sanguíneos del tumor), lo que ayuda a producir un control más duradero del que se logra generalmente con la combinación sola. 

Después de un tiempo el tumor vuelve a crecer y entonces existen alternativas de quimioterapia que permiten retomar el control sobre el tumor, aunque avances recientes han mostrado a las inmunoterapias (se comentará adelante) como otra muy buena estrategia.


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