OrgullosamenteMéxico.mx .- El Día de Muertos se celebra en todo México, a través de altares para recordar a personas de la familia o personajes famosos, a través de la gastronomía, la música y la literatura. Las calles, escuelas y, claro, los panteones, se llenan de color y vida. Las personas recuerdan y ríen al leer las tradicionales calaveras.
El Día de Muertos es una tradición animada y nostálgica que los mexicanos, en algún punto de la historia, adoptaron como suya. La celebración actual probablemente no se parece mucho a su versión antigua. Elementos se agregaron con el tiempo y tal vez algunos se perdieron. Si bien es una parte de la herencia cultural que vale la pena conservar, también vale la pena evaluar la manera en que se lleva a cabo.
Tanto México como el planeta se encuentran en una crisis medioambiental que pone en peligro todo el patrimonio cultural que existe. Es decir, si se quiere conservar la cultura mexicana (o humana), es importante reevaluar la forma en la que las tradiciones impactan en términos medioambientales. Es vital considerar que todo lo que se usa para celebrar tiene el potencial de convertirse en contaminación.
Utilizar objetos, adornos y materiales que sean reutilizables puede ayudar a disminuir considerablemente la cantidad de desechos que se generan en las festividades. Dar prioridad a los materiales orgánicos que no causen problema al ser desechados. Reusar materiales que iban a ser arrojados a la basura para fabricar los adornos que se requieran.
Por último, es importante buscar lugares en donde se recicle lo que no se pueda volver a usar. Un ejemplo de ello es TerraCycle México, empresa que se dedica a reciclar los materiales que normalmente no se consideran reciclables alrededor del mundo. Hasta la fecha se logró desviar más de 114 millones de desechos como bolsas de botana, galletas, empaques de pasta dental y otros, para que no llegasen a los vertederos y pudieran tener un nuevo uso.
Si las tradiciones se conservan porque son patrimonio cultural, también es vital conservar el patrimonio medioambiental, preservar medio ambiente para el futuro. Cuidar que las festividades no aumenten la producción de desechos es de vital importancia para disminuir los efectos perjudiciales de la contaminación. Para que en el futuro se mantengan las tradiciones, se debe cuidar el planeta en el que surgieron.
