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La Esquina del Blues y otras músicas: Adiós, Reynaldo Pérez

Mundodehoy.com.- En marzo de este año se hizo pública una mala noticia: el flautista cubano Reynaldo Pérez padecía cáncer. Justo el día 9 de agosto, “Bola”, como le conocían afectuosamente sus amigos, perdió la batalla. Este día, Cuba y México han perdido a un formidable músico y extraordinario ser humano y, que a más de su humildad y talento, era un hombre en toda la extensión de la palabra.

Hace unos meses se realizó un concierto en su beneficio. Reynaldo tuvo conocimiento de ello y se sentía muy agradecido y motivado por ese apoyo. Allí estuvieron Ricardo Rocha, Rolando Morejón y la Charanga One, Rodrigo de la Cadena, los pianistas Daniel Herrera y Osmany Paredes, entre muchos otros amigos. 

“Bola” llegó a México con la Orquesta de Enrique Jorrín y se quedó durante más de 20 años. Nació en La Habana, Cuba. Estudió en la Escuela Nacional de Música de ese país y posteriormente se graduó en el Instituto Superior de Arte. Se convirtió en un flautista de estudio y compañero de aventuras musicales de David Torrens, Amaury Gutiérrez, Rodrigo de la Cadena, Jorrinísimo, Daniel Herrera, Osmany Paredes, entre muchos otros, y aunque realizó algunos viajes y participó en giras, nunca abandonó México. Sólo regresó a Cuba a principios de este año, para seguir un tratamiento médico que le dio unos meses más de vida, de una temporada que disfrutó con ánimo y valentía al lado de sus seres queridos. 

“Ahí vamos, tirando”, me dijo la última mes que hablamos por teléfono. Y ahora, con gran pena, no puedo dejar de recordar aquella ocasión en que en el Bar “Los Íntimos”, donde celebrábamos el cumpleaños de mi madre, en pleno concierto se fue la luz, y mientras se restablecía la energía, le tocó las mañanitas y así, a oscuras, siguió la celebración que comandaba la Orquesta 40 Grados. De ahí en adelante, nos hicimos amigos, compañeros de fiesta y trasnochadas musicales que él hacía breves tocando su flauta.

Este 9 de agosto Reynaldo Pérez finalmente partió, y como seguramente sucede con todos los músicos que se adelantan, debe estar haciendo sus solos de flauta en alguna orquesta que toca en dimensiones que aún no conocemos, pero deja, en quienes atestiguamos su talento y bonhomía recuerdos imborrables. Descansa en paz, querido “Bola”.

 

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