Conoce al judoca paralímpico Eduardo Ávila
Mundodehoy.com.- Participar en los Juegos de Río 2016 es un orgullo para Eduardo Ávila. Y un compromiso: en Beijing 2008 conquistó la medalla de oro y en Londres 2012 la de bronce. Por eso es que él mismo se ha impuesto la meta de subir nuevamente el podio en los que serán los terceros Juegos Paralímpicos a lo largo de ya casi 20 años en el judo.
Eduardo fue un niño al que le costó trabajo adaptarse y valerse por sí mismo. Por eso su papá y su mamá lo acercaron a esta disciplina, como una forma de que tuviera un mejor desarrollo. En ese entonces, él no veía al judo como una profesión ni como un deporte competitivo que quisiera desarrollar a nivel de alto rendimiento. Afectado por una debilidad visual progresiva, hoy le agradece a sus padres el haberlo “obligado” a hacer deporte desde pequeño, porque para él ha sido una terapia, una rehabilitación que le ha permitido ser una mejor persona.
En el camino a Río de Janeiro, Eduardo vivió uno de los momentos más difíciles de su carrera en 2013, cuando una fractura de esternón le dejó seis meses sin mover un brazo y, en consecuencia, sin poder hacer ninguna actividad física. En cierto momento, los médicos le llegaron a advertir que si la lesión no sanaba correctamente, su brazo tampoco quedaría bien, por lo que no podría volver a practicar ningún deporte de alto impacto.
Afortunadamente su cuerpo respondió y, tras seis meses de rehabilitación, finalmente superó ese año complicado. 2014 sería un año completamente diferente. Su triunfo en el Campeonato Mundial de Colorado Springs le dio el pase a los Juegos de Río 2016 y le hizo acreedor al Premio Nacional del Deporte. Hasta ahora, ese ha sido el mejor momento de este ciclo, aunque Eduardo reconoce que la cita más importante apenas está por cumplirse en Brasil:
“Estos son mis terceros juegos. Para mí esto es un compromiso, una meta. El país ha invertido en mí y me toca responderle a mi país. Estoy orgulloso de representar a México. Ya tengo dos medallas: Beijing, oro; Londres, bronce. Y tengo que cerrar Río con un buen resultado, con una medalla”.
Hace tres años que Eduardo cuenta con el apoyo de Fundación Landsteiner por el Deporte. Para él, esta relación le hace sentir, al mismo tiempo, agradecimiento y compromiso:
“Estoy agradecido con Fundación Landsteiner por creer en mí, me ha ayudado bastante. Ha sido complicado estudiar y también llevar la parte deportiva: vienen gastos. Como no tengo en sí un empleo, se puede decir que el deporte es mi empleo. La Fundación me ha apoyado de manera económica cada mes. Me ha promocionado también con redes sociales. Con equipo también me ha apoyado, por qué no decirlo. Les agradezco por creer en mí: ahora me toca responder”.
Desde 2006, la Fundación Landsteiner por el Deporte impulsa el desarrollo de atletas mexicanos en diversas disciplinas, como es el caso de este destacado judoca paralímpico, propiciando las condiciones necesarias que les permitan participar en competencias de alto rendimiento y enaltecer el nombre de México en el escenario deportivo.
Mediante incentivos económicos permanentes, Landsteiner Scientific busca fomentar el crecimiento del deporte mexicano de alto rendimiento, con el fin de captar, desarrollar y apoyar a los atletas con posibilidades reales de obtener primeros lugares en competencias nacionales e internacionales.