El territorio mexicano se ubica en zona sísmica y riesgo constante de sismos.
Mundodehoy.com.– El 19 de septiembre de 1985, permanece en la memoria de los mexicanos, por la cantidad todavía incuantificable de pérdidas humanas y materiales.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), tan solo en indemnizaciones, el sector asegurador pagó en aquel momento 440 millones de dólares por daños.
Si bien la palabra “alerta sísmica” nos sigue causando ansiedad, aquella lección aprendida hace poco más de tres décadas, ha elevado la conciencia de este riesgo latente y la necesidad de contar con medidas preventivas.
Tales medidas pueden incluir, sin duda, la evaluación del riesgo al que estamos expuestos. En el caso de AIG Seguros México, tal evaluación implica un profundo análisis de los sistemas de protección y capacidad de respuesta ante una emergencia, así como el uso de modelos matemáticos para determinar la exposición al riesgo.
“Nuestro equipo de ingenieros expertos, utiliza una serie de sofisticados modelos matemáticos que consideran, entre otras variables, coordenadas geográficas, año de construcción, tipo constructivo, características estructurales, ocupación y número de pisos, entre otras. Mediante este proceso, la evaluación de riesgo de AIG es más certera, respaldada por mediciones matemáticas y revisiones del equipo de ingeniería, mucho más allá de la mera observación empírica”, explicó Marcelo Hernández, Director General de AIG Seguros México.
“Aunque no es posible predecir dónde y en qué momento ocurrirá un sismo, el intercambio de información y la evaluación de la mayor cantidad posible de variables, nos permite identificar los riesgos en todo tipo de negocios, a fin de minimizar las pérdidas y de facilitar una mejor y más rápida recuperación después de la contingencia”, apuntó.
La protección, clave para los negocios
El ejecutivo de AIG recordó que movimientos tectónicos acompañados de fenómenos geológicos, deslizamientos, asentamientos del terreno, entre otros riesgos, son peligros potenciales asociados a un evento sísmico que podrían causar serios daños a las edificaciones.
“En AIG consideramos estos y muchos otros factores en nuestras evaluaciones de riesgo, con el objetivo de tener un conocimiento y entendimiento general de los sismos y su efecto en las edificaciones, para así evaluar su posible comportamiento ante estos fenómenos naturales”, dijo Hernández.
Con base en los datos obtenidos de la evaluación, AIG va más allá del diagnóstico, involucrando a un equipo de consultores de control de pérdidas e ingenieros expertos en la identificación de peligros específicos, quienes llevan a cabo exhaustivas evaluaciones de riesgo, a fin de recomendar soluciones que combinan el sentido práctico y el pensamiento crítico para evitar o mitigar exposiciones al riesgo.
“En AIG trabajamos en colaboración con nuestros clientes, para evaluar y comprender su negocio desde su etapa de planeación, diseño y construcción, lo que nos permite hacer recomendaciones anticipadas para la mejora del riesgo en su etapa operativa”, finalizó el directivo.
¿Qué hacer cuando ocurre un sismo en tu trabajo?
Siempre hay que estar preparado si sales a la calle durante o al regresar al trabajo:
– Identifica las rutas de evacuación seguras.
– Conoce los lugares con columnas y trabes más seguros.
– Si hay brigadistas, sigue sus instrucciones.
– Colócate lejos de postes y cables de luz, de ventanas, fachadas y acabados que puedan desprenderse y caer.
– Cuidado con los vehículos que circulan.
– Si no los hay, colócate en un lugar seguro dentro o fuera de las instalaciones.
– Aléjate de los lugares inseguros como ventanas y escaleras.
– Ayuda a personas con capacidades diferentes.
– Revisa las afectaciones a las instalaciones: grietas, daños visibles, cables de luz, tuberías, etc.
– Recuerda que puede haber réplicas, mantente alerta.
– Apoya a las personas que lo requieran.
– Respalda periódicamente tus documentos electrónicos y colócalos en un lugar seguro.
Fuente: AIG Seguros México