Conoce a Camilo Dorantes, un escultor surrealista
Camilo Dorantes es un escultor mexicano que se identifica con los dragones. Su primera escultura la hizo a los seis años, se trató de un dragón chino hecho en barro que realizó durante unas clases de cerámica que tomaba su madre. Desde entonces, el arte del modelado lo ha adquirido de forma empírica, logrando a la fecha consolidarse como un artista en la especialidad.
“Me identificó con la fuerza que tiene la imagen del dragón, siempre trato de expresar mis estados de ánimo, pero sin dejar esa fuerza interna que tengo y que la puedo expresar con esa figura que es muy fuerte “, comentó Dorantes.
Entre sus trabajos, además de dragones, figuran algunas caricaturas, réplicas de personajes políticos, demonios y hasta cualquier cosa que le pidan sus clientes, sin embargo, en su mayoría, Dorantes trabaja con diseños únicos propiamente sacados de su imaginación, con un valor desde 50 hasta 18 mil pesos cada pieza.
La obra en la que se ha tardado más tiempo fue un dragón en el que invirtió un año 8 meses, pues se trató de un proyecto personal que más tarde sería su autorretrato.
Y aunque el tiempo de tardanza varía acorde al diseño de la pieza, este joven artista creó “accidentalmente” una mezcla que le permite manipular el tiempo de secado, la cual entre otros materiales está compuesta por tres tipos de resistol, concreto, harina, e incluso productos de uso doméstico.
Camilo Dorantes ha trabajado con plastilina, tallado en madera, vidrio, tallado en mármol y pasta en modelado. Ha hecho algunas exposiciones en cafés y bares de la Ciudad de México, y al definir su trabajo como Romántico se ha negado a participar en galerías de arte, ya que de hacerlo sesgaría sus obras a una clase social en específico.
“A veces en un museo es complicado que la gente vea un trabajo artístico, a veces las posibilidades económicas o hasta educativas no permiten que entre cualquiera a ver una obra de arte; a mí me gusta realizarlas donde toda la gente tenga acceso, me gusta que mi trabajo lo vea todo mundo, que lo pueda criticar”, dijo el artista.
Una anécdota que marcó su vida y le dio su línea de trabajo fue cuando estudiaba en la secundaria y su profesora preguntó ¿para qué sirve el arte? Él respondió que si había un hoyo en la pared el arte servía para cubrirlo con un cuadro, haciendo alusión a que el arte es algo práctico y así como es expresivo es palpable y utilitario.
En cuanto a las corrientes artísticas, Dorantes indicó que aunque toma un poco de todas, se apega más al surrealismo.
“Mis dragones son algo irreales, pero realmente puedes sacar lo que traes en la mente, expresarlo. La realidad la vas a ver siempre, pero a veces expresar lo que realmente piensas, yo creo que solo con algo surreal lo puedes expresar”, concluyó.
Actualmente, Camilo Dorantes labora en su taller y en el Mercado de Artesanías de Coyoacán los fines de semana.