Los productores esperan que a más tardar a mediados de julio lleguen las lluvias al Bajío, ya que de lo contrario podría haber un serio problema de abasto con el grano, afirmó Carlos Salazar, Secretario General de la CNPAMM (Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México).
“La producción del ciclo primavera-verano es de 16 millones 842 toneladas; en este periodo se obtiene 73 por ciento del producto nacional pero la mayoría es de temporal. Esto significa que gran parte del grano para este ciclo está en riesgo”, precisó.
Según Salazar, entidades como Jalisco o Michoacán serían las más afectadas, lo cual puede sumarse a las heladas que afectan a estados productores como Puebla o Tlaxcala.
“Casi 83 por ciento de la superficie es de temporal; en este momento está muy complicada la situación, porque el Bajío presenta retrasos, principalmente Jalisco y Michoacán. Tenemos la esperanza que antes del 15 de julio haya lluvia, pero se ve complicado.
Explicó que Jalisco produce 3.5 millones de toneladas, equivalente a una superficie de 630 mil hectáreas, con un índice de siniestralidad de 3.8 por ciento, nivel bajo comparado con el nacional, que es superior a 8 por ciento. Esto es, que de cada 100 hectáreas, 8 se pierden y en el caso de Jalisco se pierden alrededor de tres.
“El asunto es que este índice puede aumentar, aún hay tiempo para esperar la lluvia, pero si se daña 20 o 30 por ciento de la cosecha, estamos hablando de casi 900 mil hectáreas perdidas”, destacó.
Por su parte el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Gerardo Sánchez, advirtió que la intensa sequía que azota gran parte del país podría provocar que el precio de la tortilla se eleve hasta en 20 pesos por kilogramo.
El dirigente señaló que buscarán el apoyo del gobierno federal para declarar zona de desastre en por lo menos 15 estados del país, donde asegura que están en crisis casi 10 millones de campesinos y sus respectivas familias.
