El mundo no ha avanzado lo suficiente para alcanzar las metas globales para el año 2030 relacionadas con la nutrición, enfermedades no transmisibles y control de la obesidad establecidas por las Naciones Unidas, dijo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura, durante la conmemoración por el Día Nacional de la Obesidad, en la Academia Nacional de Medicina de México.
Recordó que la obesidad es un problema de salud pública, en virtud de que conforme aumenta el índice de masa corporal (IMC) incrementa el riesgo de diabetes, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y muerte prematura; además de que reduce la calidad de vida. En ese contexto, es imperativo hacer conciencia entre las personas sobre los daños a la salud que ocasiona.
El director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Eduardo Lazcano Ponce, señaló que la obesidad es una enfermedad asociada con al menos 13 tipos de cáncer, ocasiona daños a la salud mental y tiene un “enorme impacto social y económico”.
Indicó que, en nuestro país, más de 75 por ciento de las personas mayores de 20 años padece sobrepeso u obesidad, y que los determinantes sociales inciden en la prolongación de los riesgos; como ejemplo, los entornos y estilos de vida contribuyen a la disminución de la práctica de la actividad física y favorecen el sedentarismo.
Aunado a lo anterior, los productos y bebidas industrializados en muchos casos cuestan menos que los alimentos y bebidas saludables, además de que se promueven agresivamente y están disponibles en cualquier lugar.
Muchos de estos productos están altamente procesados, empaquetados de manera atractiva y resultan económicamente muy rentables para los fabricantes y comercializadores porque en su mayoría utilizan ingredientes baratos como sal, azúcares y grasas. Este fenómeno explica el problema de sobrepeso y obesidad que enfrenta México y el mundo.
“Las proyecciones indican que para 2030, la prevalencia de obesidad en adultos podría llegar a 45 por ciento; no obstante, de fortalecer las acciones para su control, la prevalencia podría ser menor a 41 por ciento, con lo que se estaría logrando por primera vez una reducción respecto a la tendencia esperada,” indicó el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS) del INSP, Simón Barquera Cervera.
El vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina de México, Raúl Carrillo Esper, dio a conocer cifras mundiales de obesidad: afecta a más de mil millones de personas; de ellas, 650 millones son adultas; 340 millones, adolescentes, y 39 millones, niñas y niños.
Para 2030, la Federación Mundial de Obesidad proyecta que una de cada cinco mujeres y uno de cada siete hombres padecerá sobrepeso u obesidad, y para 2050 podría afectar a dos mil 300 millones de personas, lo que representaría 25 por ciento de la población total.
El representante en México de la OPS/OMS, José Moya Medina, destacó la utilidad de acciones e intervenciones como la lactancia materna, alimentación saludable, mejoramiento del entorno con respecto a la nutrición, actividad física en centros escolares, políticas fiscales, reglamentación de la publicidad, vigilancia, investigación y evaluación del tema.
La investigadora del CINS-INSP, Anabelle Bonvecchio Arenas, subrayó la importancia de las guías alimentarias para el fomento de estilos de vida saludable y como herramienta para transformar los sistemas agroalimentarios.
Finalmente, el director de la asociación civil El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo Unna, reconoció la importancia del trabajo conjunto de la academia, gobiernos y sociedad civil para avanzar en el control y prevención de la obesidad.
El Día Mundial de la Obesidad y ahora, por primera vez en México, el Día Nacional de la Obesidad, tienen el propósito de generar debates, conversaciones e intercambio de ideas que contribuyan al mejoramiento de las medidas encaminadas a hacer frente a este desafío.
