El sentido de la vida de dos pensamientos que se entreveran
M. en C. Héctor Lugo Salazar
MundoDeHoy.com .- Cuando se habla de la inmediatez de la existencia, viene a la reflexión, “el sentido que tenemos de la vida”, para enfrentar la mejor manera, lo que nos reste del camino.
Hablando probabilísticamente, Dios tira los dados para que llegue el destino; o bien, los tiramos nosotros y en nuestro libre albedrío, decidimos que hacer.
En esta disyuntiva, los más de los menos resuelven hacer lo que la vida les ofrece; lo demás, lo que su libertad les mande.
Ante esta bifurca perspectiva, recordarán a Viktor E Frankl (1), un renombrado psicólogo que fuera reclutado en Auschwitz y Dachau, dos de los cuatro campos de concentración en los que estuvieron prudentes desde 1942 hasta 1945, quien no ha sido lo terrible de sus vicisitudes, podrían ser un sobreviviente del Holocausto.
Más tarde, ya en libertad, Víktor comentaba que el haber estado en esos campos de exterminio, le permitieron observar el comportamiento de los confinados en buscadas inmunidades barracas y desarrollar así, lo que logró Logoterapia, un tratamiento terapéutico por el cual se les ayudará una recuperación pues dijeron, “Aquellos que tienen un porqué para vivir, pese a la adversidad resistirán”.
Lo anterior es muy coincidente con lo expresado por Friedrich Nietzsche (2), quien en su ideario filosófico expresaba, “que, para vivir, todo espíritu profundo necesita de una máscara; pero agregaría yo, parodiando a Ortega y Gasset (3), “sí, pero en su adecuada circunstancia”.
En esta tesitura apuntaba Viktor:
“Para alguien que ha vivido bien, ¿importa si se da cuenta de que está envejeciendo? ¿Tiene algo que envidiar a los jóvenes que ve llorar por la juventud perdida? ¡No gracias!; dirá quien ha vivido bien, porque la vida es demasiado breve como para aburrirnos ”; esto es, la vida exige un motivo para vivirla.
“El hombre no existe simplemente, sino que decide lo que hará mientras tenga aliento. En este orden de ideas, cada ser humano debe tener la libertad de cambiar y decidir sobre su vida, porque solo a él incumbe ”.
En este contexto, todos aspiramos a encontrar una vocación o misión específica, una asignación concreta y congruente para enfrentar con certeza, las oportunidades que pudiera ofrecer la vida y en esta libertad, nadie puede ser reemplazado por alguien más para cumplir con su tarea, que solo a cada uno de nosotros corresponde.
Con esta sensibilidad, Víktor pudo observar en aquellos desventurados de los que el formaba parte, que tenían más posibilidades de sobrevivir, no los más fuertes, sino aquellos que se aferraban a la vida fortalecidos en aspiraciones de esperanza muy íntimos, como aquella de querer salir de aquel infierno para estar con sus seres queridos.
Tal vez la mejor enseñanza de vida de aquellos infortunados, fue que a pesar de la dantesca reclusión a la que estaban sometidos; en algunos de ellos, no les pudieron quitar su capacidad de ejercer el libre albedrío de su pensamiento para sobrevivir.
Por ello, como plantea Viktor, en sus aspiraciones, el hombre debe tener un sentido de la vida muy personal.
(1) Libros de la autoría de Viktor E. Frankl: El hombre en busca de sentido; Logoterapia y análisis existencial; Psicoterapia y humanismo; Psicoterapia y existencialismo; En el principio era el sentido; Teoría y terapia de la neurosis; El hombre en busca del sentido último.
(2) Libros de la autoría de Friedrich Nietzsche: Más allá del bien y el mal; El anticristo; Así, Zaratustra; Humano, demasiado humano, Así también Zaratustra, Ecce homo; Como se llega a ser lo que se es.
(3) “Yo soy y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Frase de filósofo español Ortega y Gasset, en la que hace inferencia, de que somos parte del mundo y el mundo es parte de nosotros.