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Medicina holística

MundoDeHoy.com .- En la medicina occidental el pulso es un signo vital que permite medir la frecuencia cardiaca, es decir, la cantidad de latidos del corazón, durante un lapso determinado. Para la medicina tradicional china, el pulso es un complejo método de recolección de información que permite hacer un diagnóstico muy preciso del estado de salud de los órganos y las vísceras que les corresponden.

Cuando el acupunturista un médico tradicional chino coloca sus dedos índice, medio y anular en cada una de las muñecas del paciente, donde se palpa el pulso radial, revisa tres niveles de pulso: superficial, medio y profundo, pero además, su velocidad y cualidades. Con ello, el especialista puede determinar patrones de desarmonía en la energía, el fluir de la sangre o señales de enfermedad en los órganos.

Para adquirir esta habilidad, el médico tradicional o el terapeuta recurre a la práctica cotidiana, aunque también existen obras antiguas que pueden ser consultadas. Como ejemplo de ello, es el libro Libro Mài Jīng”, atribuido a Wáng Shū hé, y que fue escrito alrededor del año 280 de nuestra era. Este documento, ha sido traducido por el doctor Tomás Alcocer González, un renombrado acupunturista mexicano que se graduó en acupuntura y moxibustión en el Instituto de Medicina Tradicional de Beijin en China y que recientemente impartió la conferencia “Los Secretos de la Pulsología del Libro Mài Jīng” en el Centro Médico Nacional.

Sobre este tema, Alcocer González, quien ha traducido otras obras antiguas de medicina china al español, explicó que el Libro Mài Jīng consta de 10 rollos, escritos en una métrica rígida de sólo cuatro caracteres por renglón, con un sentido poético y metafórico, y en él se incluyen los conocimientos y observaciones de otros médicos chinos de la antigüedad que también estudiaron el pulso. Cabe destacar que este libro fue conocido en la antigüedad y traducido al árabe y el médico Avicena lo estudió.

En el Mài Jīng se indica la forma de los 24 tipos de pulsos que describen la relación que tienen con cada uno de los órganos y vísceras y con los paquetes y ramas neurovasculares que recorren grandes distancias. Como ejemplo, explicó que si se conoce el punto que corresponde al canal de hígado número 5, ubicado en el pie, muy cercano al empeine, y que conecta con el ojo, al reconocer el pulso se puede determinar el problema que le afecta, ya sea un estancamiento o necesidad de tonificar la energía o de la sangre, y realizar el tratamiento que corresponda para su recuperación.

En la conferencia magistral dio a conocer que este libro detalla la esencia de la fisiología del pulso para distinguir los cambios complejos del organismo en la enfermedad. Ante acupunturistas, médicos y terapeutas procedentes de distintos lugares de la República Mexicana, el doctor Alcocer explicó, a través de la lectura guiada del Mài Jīng, los distintos pulsos que pueden palparse: cordalis, tenso, superficial, hueco; moderado, como lento; grande, ya sea débil o con fuerza; resbaloso; rápido; urgente; cordalis tenso y duro; tenso; profundo; escondido; de cuero; lleno; diminuto; rasposo; fino; blando; sumergido; débil; vacío o débil; dispersante; moderado; lento; nudoso; intermitente y en movimiento.

También comentó que además se pueden palpar cinco capas que van de lo superficial a lo profundo. En cada una de ellas se detecta el estado de órganos de tal forma que en un orden de superficial a profundo, el acupunturista entrenado puede detectar anormalidades en el pulmón, que se corresponde con el intestino grueso y la piel; el corazón, relacionado con el intestino delgado y vasos sanguíneos; el bazo y el estómago, con los músculos; el hígado, con la vesícula biliar y los tendones y el riñón con la vejiga, huesos y médula ósea.

Esta clase de “Los Secretos de la Pulsología del Libro Mài Jīng”, es una primera parte, un punto de partida y la base, para entender que el acupunturista  no hace una cuestión empírica sino una ciencia exacta y concreta. “Esto no es magia, es simple física. Si encontramos el origen de la enfermedad hay muchas ventajas para curarla, ya que la causa es un órgano o víscera alterada”, señala el doctor Alcocer, y finaliza, tendremos una continuación de este curso, sobre “Pulsología y tratamiento”, en donde se revisará a mayor profundidad este tema en marzo del próximo año.

Si deseas mayores detalles, comunícate al 55 81 84 11 y 55 81 50 95 con Estela Alcocer González o Patricia Velázquez Alcocer, o envía un mensaje a: [email protected]

 

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