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Las mujeres mexicanas en números

De acuerdo a datos de la OCDE, en México actualmente la matriculación es universal en el nivel de educación primaria y no existen diferencias de género. En cuanto a los niveles medio y superior, las mujeres tienen mayores tasas de inscripción (90% comparado con el 84% entre los varones) y de graduación que los varones (21% y 18%, respectivamente).

Con respecto al desempeño académico, las niñas mexicanas tienen un rendimiento similar o incluso mejor al de los varones. A los 15 años de edad, las niñas superan a los varones en lectura. En matemáticas y ciencias, los varones superan a las niñas, pero las diferencias son pequeñas.

Las actitudes estereotipadas sobre temas académicos influyen de manera importante en las diferencias de género con respecto al rendimiento académico y en la selección de profesiones. Varios países de la OCDE cuentan con prácticas para romper con los estereotipos tradicionales (Alemania), aumentar el interés de las niñas en ciencias y matemáticas (Corea) y alentar a las mujeres a estudiar carreras en las áreas de ciencia, ingeniería y construcción (Carrefour de métiers, Francia, y la campaña UK-Wise, Reino Unido).

Los niveles de empleo de las mujeres, aunque muestran un aumento moderado, son los más bajos de la OCDE después de Turquía (43% de las mujeres mexicanas tienen un empleo remunerado, comparado con un promedio de la OCDE del 60%). La modesta participación de las mujeres mexicanas en el mercado laboral se debe en gran parte a la carencia de políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar, especialmente la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil (guarderías). Ejemplos de programas con resultados exitosos en esta área incluyen a Chile con el proyecto Crece Contigo y Sure Start del Reino Unido; ambos han contribuido a incrementar el empleo entre mujeres con difícil acceso al mercado laboral y han puesto especial énfasis en la calidad de los servicios.

El empleo informal tiene un peso importante ya que en México más de la mitad de las mujeres mexicanas con un empleo trabajan en el sector informal no agrícola. Las mujeres mexicanas están subrepresentadas en los cargos directivos, ganan menos que los hombres y tienen menores probabilidades que ellos de tener un negocio y emplear a otros: 7% de los miembros de la junta directiva de las empresas mexicanas son mujeres (10% en la OCDE) y sólo 2% de las mexicanas son empresarias (similar al promedio de la OCDE). En cuanto a las brechas de salario, no se cuenta con información para México.

Las diferencias de género en México se observan de igual manera en el trabajo no remunerado. En casa, las mujeres mexicanas dedican cuatro horas diarias más que los hombres al trabajo no remunerado. Esto representa el doble de tiempo que la mujer promedio de la OCDE. El trabajo doméstico tiene un efecto negativo sobre el número de horas en el trabajo remunerado de las mujeres y en la brecha salarial de género.

Los roles de género constituyen una barrera importante a las oportunidades económicas de México y de las

Mujeres mexicanas. Según la publicación de la Organización para el Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE): Serie mejores políticas: México mejores políticas para un desarrollo incluyente, publicado en septiembre 2012.

Fuente: http://www.oecd.org/mexico/Mexico%202012%20FINALES%20SEP%20eBook.pdf

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