Salud

COVID-19 y pacientes con cáncer

Por: Redacción LaSalud.mx / Oncologia.mx

En entrevista al Dr. Francisco Javier Ochoa Carrillo, Cirujano Oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología de México (INCan) y del Hospital Ángeles del Pedregal (HAP), actualmente, Presidente de la Asociación Mexicana de la Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), expresó a preguntas puntuales:

¿Qué es el COVID-19?

El nombre designado para el virus es SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa se llama  enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Los coronavirus son una familia grande de virus comunes en los seres humanos y muchas especies de animales; Es una pandemia de reciente aparición que provoca enfermedad respiratoria.

Este coronavirus se detectó por primera vez en China y ahora se encuentra diseminada a nivel mundial; México se encuentra en la fase 2, de acuerdo a la información de la Secretaría de Salud Federal.

¿Cómo se propaga el virus COVID-19?

El contagio a través de microgotas se produce por contacto cercano (a menos de un metro) de una persona con síntomas respiratorios (por ejemplo; tos o estornudos), debido al riesgo de que las mucosas (boca y nariz) o la conjuntiva (ojos) se expongan a las microgotas respiratorias que pueden ser infecciosas.

Además, se puede producir transmisión por microgotas a través de fómites (superficies de mesas, escritorios, etc.) en el entorno inmediato de una persona infectada.Por consiguiente, el virus de la COVID-19 se puede contagiar por contacto directo con una persona infectada y, de forma indirecta, por contacto con superficies que se encuentren en su entorno inmediato o con objetos que haya utilizado (por ejemplo, un estetoscopio o un termómetro).

La transmisión por microgotas es distinta de la transmisión aérea, pues esta última tiene lugar a través de núcleos de microgotas que contienen los virus. Los núcleos de las microgotas, que tienen un diámetro inferior a 5 µm, pueden permanecer en el aire durante periodos prolongados y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia.

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las microgotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas a gran velocidad, cuando una persona infectada tose o exhala. Estas microgotas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las microgotas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro o metro y medio de distancia de una persona que se encuentre enferma.

La transmisión aérea del virus de la COVID-19 podría ser posible en circunstancias y lugares específicos en que se efectúan procedimientos o se administran tratamientos que pueden generar aerosoles (por ejemplo; intubación endotraqueal, broncoscopia, aspiración abierta, administración de un fármaco por nebulización, ventilación manual antes de la intubación, giro del paciente de estar boca arriba “decúbito dorsal”, a estar bocabajo “decúbito prono”, desconexión del paciente de un ventilador, ventilación no invasiva con presión positiva, traqueostomía y reanimación cardiopulmonar).

¿Se puede adquirir el virus a través del medio ambiente?

Sí. Las gotas de saliva de las personas que tienen el virus pueden quedarse por algún tiempo en la ropa, los objetos de uso común y lugares que mucha gente toca. Por eso es necesario desinfectar constantemente; manijas, barandales, mesas, apagadores de luz, timbres de puertas, botones de elevadores, buzones, tableros de computadoras, teléfonos, tabletas, computadoras, llaves y monedas.

Se han documentado algunas pruebas de que el virus de la COVID-19 puede producir infección intestinal y estar presente en las heces “materia fecal”. Sin embargo, solo un estudio ha cultivado este virus a partir de una sola muestra de heces y, hasta la fecha, no se ha notificado transmisión fecal-oral.

¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?

La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las microgotas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad; Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo.

Cabe señalar que el virus que causa en COVID 2 es altamente contagiable; puede ser asintomático, cursar con sintomatología leve a moderada y severa, presentando problemas respiratorios graves como insuficiencia respiratoria y muerte.

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Los síntomas más comunes de la COVID-19 son; fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar; dolores, congestión nasal, secreción nasal “rinorrea”, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran con ataque al estado general.

La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial; Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrollan una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como; hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Entorno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto.

Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica urgente.

¿A qué personas afecta más?

Afecta a todas las personas, pero corren más riesgo: Adultos mayores (a partir de los 65 años) o personas que viven en asilos o lugares de atención para personas de la tercera edad, personas con sistemas inmunológicos debilitados, personas con enfermedad crónica pulmonar (incluyendo asma moderada a grave), personas con enfermedades graves del corazón, personas con obesidad, especialmente la obesidad mórbida, personas con afecciones a su estado de salud, como diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia renal o enfermedad hepática, embarazadas y cáncer.

¿Hay tratamiento médico que me proteja del virus?

No. Por el momento, no existe una vacuna ni medicina para esta enfermedad. El personal de salud ya está trabajando para hacer la vacuna para protegernos de este virus. Cabe señalar, que la mayoría de las personas que se enfermen del virus sólo van a tener síntomas leves, y se recuperarán rápido de la enfermedad.

La pandemia global debido la enfermedad COVID-19 ocasionada por el coronavirus, está teniendo un gran impacto en muchas personas, incluyendo a los pacientes de cáncer, sus familiares y las personas a cargo de su cuidado.

¿Qué recomendaciones hay para los pacientes con cáncer?

Las organizaciones médico-científicas como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la American Cancer Society (ACS), la American Society of Clinical Oncology (ASCO), el American College of Surgeons (ACS), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), y la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO), en diferentes comunicados comentan:

Los pacientes con cáncer constituyen una población vulnerable con mayor riesgo de padecer complicaciones por COVID-19.

En general se recomienda seguir los protocolos de distancia, higiene y aislamiento establecidos por las autoridades de salud, recibir la vacuna antigripal y el esquema secuencial contra el neumococo.

La inmunosupresión asociada a algunos tratamientos como la quimioterapia puede contribuir a una mayor susceptibilidad y riesgo de complicaciones graves.

Para los pacientes en remisión que reciben terapia de mantenimiento, suspender la quimioterapia puede ser una opción.

Algunos pacientes pueden cambiar la quimioterapia intravenosa a terapias orales, lo que disminuiría la frecuencia de las visitas a la institución hospitalaria, pero requeriría una mayor vigilancia por parte del equipo de médico para asegurarse de que los pacientes estén tomando sus medicamentos correctamente.

Las decisiones sobre la modificación o la suspensión de la quimioterapia deben incluir la consideración de la indicación para la quimioterapia y los objetivos de la atención, así como la ubicación del paciente en el curso del tratamiento y su tolerancia al tratamiento.

Si la transmisión local afecta a un centro oncológico en particular, las opciones razonables pueden incluir dar un descanso de quimioterapia durante dos semanas, organizar la infusión en una unidad satélite no afectada o coordinar el tratamiento en otra instalación que no esté afectada.

Considere si la infusión en el hogar de medicamentos de quimioterapia es médica y logísticamente factible para el paciente, el equipo médico y los cuidadores.

En algunos entornos, los retrasos o la modificación del tratamiento adyuvante pueden presentar un mayor riesgo de control de la enfermedad comprometido y supervivencia a largo plazo que en otros.

Los factores de crecimiento profilácticos que se usarían en los regímenes de quimioterapia de alto riesgo, así como los antibióticos profilácticos, pueden ser de valor potencial para mantener la salud general del paciente y hacerlos menos vulnerables a posibles complicaciones de COVID-19.

En los casos en que el beneficio absoluto de la quimioterapia adyuvante puede ser bastante pequeño, y donde hay opciones no inmunosupresoras disponibles (un ejemplo: terapia hormonal en cáncer de mama en estadio temprano, con receptores hormonales positivos RE+); el riesgo de infección con COVID-19 puede considerarse como un factor adicional en sopesar las diferentes opciones disponibles para el paciente.

El American College of Surgeons (ACS), emitió las siguientes pautas de clasificación de casos electivos para atención quirúrgica en el paciente con cáncer.

Durante la actual pandemia de COVID-19, el liderazgo de los hospitales del sector salud y los hospitales privados, se enfrenta a decisiones cada vez más difíciles sobre cómo conservar recursos críticos, como camas de hospital y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), respiradores, capacidad de transfusión y equipo de protección personal (EPP), que es vital para proteger pacientes y personal por exposición innecesaria y transmisión intrahospitalaria.

Si bien nada reemplazará el buen juicio médico, y el entorno específico, en general se ha aconsejado que los hospitales suspendan la cirugía electiva, y la orientación sobre la selección de procedimientos quirúrgicos no urgentes durante la pandemia.

La orientación sobre la selección de la cirugía electiva se basa en una escala de agudeza de cirugía electiva proporcionada por Sameer Siddiqui, MD, FACS de la Universidad de St. Louis. Las pautas de triaje contenidas en este documento a continuación, agregan específicamente otro nivel de especificidad en el triaje de pacientes de cirugía electiva por cáncer durante la pandemia de COVID-19. Esta información está destinada a ayudar a las instituciones y proveedores que enfrentan una carga creciente de pacientes hospitalizados con COVID-19 y una mayor prevalencia de infección comunitaria. No todas las condiciones de cáncer se pueden describir, por lo tanto, este documento se enfocará en cómo manejar los tipos de cáncer más comunes durante la pandemia.

Principios rectores para el triaje del cuidado del cáncer

Consideraciones de recursos

Las decisiones de los cirujanos en instituciones de salud pública y/o privadas, sobre cómo proceder con cirugías electivas no deben tomarse de manera aislada, sino que deben tener en cuenta lo que se sabe sobre la disponibilidad de recursos institucionales locales. Las autoridades locales responsables de la preparación de sus instalaciones para el manejo de pacientes con coronavirus deben compartir información con frecuencia sobre las limitaciones de recursos locales, especialmente equipo de protección para él personal de salud y los pacientes. Esto permitirá comprender el impacto potencial que cada decisión puede tener en limitar la capacidad del hospital para responder a la pandemia.

Para casos electivos con una alta probabilidad de utilización de UCI o respiradores en el postoperatorio, será más imperativo que el riesgo de retraso para el paciente individual se equilibre con la disponibilidad inminente de estos recursos para pacientes con COVID-19. Es posible que sea necesario juzgar este tipo de casos con frecuencia, ya que el impacto de COVID-19 en las comunidades crece exponencialmente, con diferentes líneas de base para diferentes comunidades. Los documentos hasta hoy preparados de orientación para el manejo de individuos con cáncer en esta epidemia, no cubre el manejo de pacientes que dan positivo por coronavirus, que es un aspecto diferente del abordaje de la pandemia.

Coordinación del cuidado del paciente con cáncer

Los principios básicos de la coordinación de la atención del paciente con cáncer deben seguirse tanto como sea posible utilizando tecnologías virtuales. Las instituciones con “comités de tumores” pueden encontrar útil reunir virtualmente a sus expertos multidisciplinarios para considerar casos individuales o para instituciones con grandes volúmenes de casos con el objeto de establecer criterios de clasificación basados ​​en circunstancias locales, prevalencia de COVID-19 y/o la disponibilidad de alternativas, terapias no quirúrgicas.

En la medida de lo posible, se alienta la toma de decisiones compartidas. Además, se recomienda insistir en debates virtuales multidisciplinarios sobre la prioridad de la cirugía oncológica no urgente; como mínimo, los pacientes deben ser informados de que las decisiones con respecto a la cirugía de cáncer no urgente son consensuadas, basado en los recursos locales proyectados y la prevalencia de la enfermedad, así como las características del tumor y los resultados esperados de los retrasos de las terapéuticas.

Comentarios generales sobre la clasificación del manejo del cáncer

Reconociendo que la situación de COVID-19 puede ser muy variable y fluida en diferentes comunidades en todos los países y organizando la toma de decisiones en tres fases que describen la agudeza de la situación local de COVID-19; es probable que los hospitales progresen a través de estas fases durante las próximas semanas o meses, y luego también disminuirán de escala a partir de entonces. Por lo que es importante que las decisiones con respecto a la planeación de atención de los pacientes con cáncer se tomen en el contexto de estas fases y que los líderes del equipo de atención del cáncer sean actualizados regularmente y con frecuencia por el liderazgo de las instituciones, para comprender su entorno particular en cualquier momento durante la crisis.

Puedes encontrar más información detallada de las implicaciones del COVID-19 en pacientes con Cáncer, y la Clasificación de casos electivos para atención quirúrgica en oncología en https://oncologia.mx/?p=8327

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