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Infraestructura para la atención de la salud en México, ante pandemia

Por: Arq. Adriana García Loredo

Adriana García Loredo

La detección de la Covid-19 en diciembre del 2019 en Wuhan, China, ha vuelto los ojos hacia la infraestructura para la atención de la salud, en particular a los niveles de atención segundo y tercero. Ningún país estaba preparado para atender simultáneamente la magnitud de pacientes por esta pandemia. Sin embargo, algunos gobiernos han presentado mejores respuestas basadas en la planeación preventiva. En China se construyó un hospital de mil camas en tan solo diez días. 

El 19 de marzo del 2020 el Consejo de Salubridad General de nuestro país define la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV-2, Covid-19, como una enfermedad grave cuya atención es prioritaria. En la infraestructura para la atención de la salud en México (IASM) se advierte un considerable déficit de camas de hospitalización. El índice nacional de 1.4 por cada mil habitantes es notoriamente bajo comparado con el de 4.8 camas que caracteriza la OCDE. La carencia también se extiende al personal médico y de enfermería.  

La pandemia evidenció las décadas de escaza inversión en el sector salud en nuestro país.

La IASM es un importante eslabón en la cadena de valor del sistema de salud, pues su naturaleza y cantidad coadyuva a garantizar la atención oportuna, digna, humanizada y segura dirigida al paciente. Sin embargo, para que esto suceda, se deben satisfacer los aspectos de la planeación, determinación de procesos, evaluación de indicadores, toma de decisiones, capacitación, valoración de competencias y colaboración activa, entre otros. La atención sanitaria inicia por la adecuada inclusión del factor humano, principalmente el personal directivo, médico y de salud.  También requiere de equipamiento adecuado e insumos suficientes. Con todo lo anterior, en estas circunstancias, no se descarta la posibilidad de malgastar los recursos físicos y humanos derivados del exceso laboral, como desafortunadamente ha sucedido en esta pandemia.

Compartamos las experiencias que dejó la atención de la Covid-19. Es necesaria y oportuna la redirección de esfuerzos hacia la salud universal. Solidaricémonos sumando la integración de impulsos públicos y privados. Consideremos obligatorio el trabajo multidisciplinario y en equipo.

Es primordial que en México se redoblen de inmediato las acciones necesarias para cumplir con el meritorio Programa de Hospital Seguro. Su aplicación a nivel nacional contribuye positivamente a la prevención, mitigación y resiliencia de la IASM.

El reto que enfrenta la IASM ante la Covid-19 genera diversas reflexiones entre quienes nos dedicamos profesionalmente a su diseño y construcción. Entre éstas, se cuentan: el cumplimiento de las premisas de diseño; la importancia de la ventilación e iluminación naturales; la adecuada accesibilidad; la clara separación de flujos de personal médico y de salud – paciente – personal técnico; la flexibilidad para adaptar los espacios; la seguridad estructural; la correcta identificación de zonas de triage;  la diferenciación de áreas según el estadio del paciente; la generación de espacios considerando el equipamiento; el establecimiento de estrategias para el caso de reconversión de hospitales sin necesidad de expansiones; el reforzamiento de los sistemas de bioseguridad; el control de aislamiento, incluidos los circuitos con presión negativa; la recalibración de salidas eléctricas, y de gases medicinales; la implementación de la telemedicina; la continuidad garantizada de los servicios; la planeación por unidad para la atención de emergencias; y, por último y no menos importante, la ampliación de la inversión en el sector salud.

En nuestro país han surgido numerosos trabajos colaborativos. Personas, agrupaciones e instituciones participan en iniciativas públicas y privadas para fortalecer la atención al paciente. Es una ejemplar muestra de participación solidaria. Continuemos aportando nuestra voluntad, ingenio y trabajo. Cada uno desde su trinchera. Es tiempo de sumar sin especulaciones, sin sesgos ideológicos, ni intereses personales. Es el momento de sumar en beneficio de nuestro país.

Mi respeto, admiración y agradecimiento al personal médico, al personal de salud, de servicios generales y de conservación, comprometidos día a día, pese a la adversidad, con nuestro bienestar.  ¡ Gracias !

“Salud Universal: para todas y todos, en todo momento, en todas las regiones de México “

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