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Tecnología politécnica identifica causas de la desertificación en suelos

 

A partir de una metodología numérica llamada Análisis Espectrales, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han evaluado e identificado el estado de suelos áridos, semiáridos o degradados, y su nivel de recuperación después de habérseles aplicado algún método de restauración.

Con esta herramienta computacional desarrollada en el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Sinaloa del IPN, fueron evaluadas zonas áridas del noroeste de México para conocer su nivel de degradación.

El doctor Mariano Norzagaray Campos, del Departamento de Ingeniería Ambiental del CIIDIR-Sinaloa, quien realizó el proyecto de manera conjunta con el doctor en ciencia Omar Llanes Cárdenas, explicó que el trabajo de investigación se basa en un desarrollo matemático y físico aplicado a un software por medio del cual es posible identificar el nivel de degradación de suelo, y en el caso de ser una zona que haya recibido filtros para su limpieza, analizarla para identificar  su nuevo estado.

“El proceso de análisis espectral es similar a una radiografía que se aplica en el cuerpo humano. Con esta tecnología podemos identificar si el suelo está dañado, en qué etapa de la desertificación se encuentra, es decir, su degradación ecológica, o bien, en cuánto tiempo podría convertirse en un suelo erosionado”, indicó el especialista del IPN.

Cabe señalar que las circunstancias en zonas áridas (donde no hay vegetación) ha sido el resultado del mal manejo de las semiáridas cuya vegetación reducida se sobreexplotó sin control, como ha sido el caso de los suelos del Valle de Guasave en Sinaloa, que estaría en riesgo potencial de convertirse en suelos áridos.

En este Valle se ha desarrollado una intensa actividad agropecuaria que modificó las condiciones originales de los suelos, como es el caso de textura, materia orgánica, densidad, porosidad, pH y erosión, entre otros.

Una vez identificada la situación de los suelos por medio del Análisis Espectral, el estudio también incluyó la implementación de indicadores de suelo, medio ambiente y socioeconómicos a fin de conocer  su incidencia directa en el proceso de desertificación.

El especialista politécnico detalló que de acuerdo con los resultados, los factores socioeconómicos y ambientales son los que han generado en mayor medida el proceso de desertificación en los suelos.

De acuerdo con Norzagaray Campos, un aspecto imprescindible que debe tomarse en consideración en el problema de desertificación de suelos es el socioeconómico, ya que es el generador y promotor del uso-abuso de los recursos de agua y suelo para satisfacer necesidades como la alimentación.

Los indicadores socioeconómicos abordados en la investigación fueron aplicados mediante encuestas  a los habitantes de la región y donde se les preguntó sobre temas como suelo, ambiente, demografía, usos de recursos, actividades productivas presentes por explotación y volúmenes de agua utilizada en ciclo agrícola.

La investigación se enfocó al noroeste de México porque a nivel nacional es una de las de mayor importancia debido a su aporte económico en productos agropecuarios y pesqueros, y también en daños ambientales y contaminación.

El investigador del IPN señaló que en especial Sinaloa, como líder nacional de alimentos, y en particular el Valle de Guasave como centro agrícola del país, su producción es tan intensa que provoca explotación de sus recursos naturales.

“En este valle, los suelos están ‘re trabajados’ y de manera natural han dejado de ser productivos, por lo que han recurrido al uso de fertilizantes  inorgánicos y maquinaria que altera las propiedades físico-químicas de los suelos”, afirmó Norzagaray Campos.

Con esta metodología –en proceso de ser patentada por el IPN—fueron analizados durante cuatro años los suelos del Valle de Guasave (dos en fase experimental y el resto en validación) y el resultado arrojó una zona  de suelos exentos de desertificación.

Por ello, ha resultado importante aplicar la tecnología politécnica e identificar el estado de los suelos. Esta metodología numérica permite evaluar cualquier tipo de suelo y en todo momento el nivel de desertificación, aun cuando haya sido “recuperada” la zona, sólo debe contarse con los datos específicos de la región ya que cada uno tiene variaciones de acuerdo con su uso.

 

Agencia ID

 

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