INSP y la UNAM presentaron “Recomendaciones para la atención de la pandemia por COVID-19 en México”

LaSalud.mx.- Debido a que México es uno de los países más afectados por la pandemia de Covid- 19, que hasta ahora no se ha podido controlar y ha dejado ver la desigualdad social que existe, así como los problemas estructurales y financieros en el sector salud, diversos especialistas, encabezados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentaron el documento “Recomendaciones para la atención de la pandemia por COVID-19 en México”, que compila íntegramente los textos entregados por 38 especialistas de 29 diferentes instituciones que participaron en el seminario “Reflexiones sobre la respuesta de México ante la pandemia de COVID-19 y sugerencias para entender los próximos retos”, que se realizó del 23 al 27 de noviembre de 2020.
Tales recomendaciones están basadas en evidencia y juicios informados e incluyen acciones a corto y mediano plazo, entre las que se encuentran:
- Priorizar el modelo de Atención Primaria de la Salud (APS) hacia las acciones y funciones de la salud pública por encima del enfoque exclusivo de la atención clínica
- Fortalecer y mantener altos niveles de competencia del personal médico, el que opera APS y los que toman decisiones, considerando nuevas modalidades de atención como promover programas de telemedicina dirigidos por profesionales médicos generales o familiares.
- Promover una cultura de higiene y protección a largo plazo, a través de la certificación de sitios, entornos, productos y servicios para asegurar que se encuentren protegidos y saludables.
- Mejorar los sistemas de información necesarios para realizar acciones de monitoreo de casos y contactos a distancia.
- Reforzar la búsqueda y nuevas vías clínicas de decisión para enfrentar las sindemias de COVID-19 e influenza.
- Detectar oportunamente los casos con datos de gravedad, en ausencia de acceso a laboratorio y gabinete, y reforzar los sitios de APS con oxímetros.
- Desarrollar y difundir por escrito el Plan de Acción de Vacunas (PAV) COVID-19.
- Generar una amplia campaña de comunicación para la vacunación contra SARS-CoV-2.
- Crear un comité o grupo de trabajo intersectorial para el desarrollo e implementación del PAV COVID-19 dirigido por la Secretaría de Salud y con participación de los distintos sectores de gobierno que deben estar involucrados.
- Operación con base en tres principios: máxima precaución, máxima protección y oportunidad
- Entrega de apoyos a personas en condiciones de mayor vulnerabilidad para evitar que tengan que salir de casa y haya mayor posibilidad de confinamiento.
- Reactivación económica con base en monitoreo con pruebas y con futuras vacunas.
- Orientar a las residencias de personas adultas mayores para la prevención de COVID-19, con respeto de los derechos de personas residentes, trabajadoras y sus familias.
- Dotar de equipo de protección personal y revisar políticas laborales que
- permitan flexibilidad ante la crisis.
- Facilitar trámites, evitar requisitos presenciales, dar acceso prioritario en horarios específicos.
- Reforzar visitas de supervisión a residencias, hospitales y centros de reclusión, en particular para dar atención a la denuncia de violencia hacia las personas adultas mayores que tienden a ser invisibilizadas.
- Considerar y atender el impacto de la pandemia en la salud mental. Ya que el aislamiento social, las presiones económicas y la incertidumbre pueden tener graves consecuencias en la salud mental de la población
- Aumentar el número de unidades de transporte público.
- Establecer normas regulatorias para los espacios públicos.
- Promover y supervisar el escalonamiento de horarios en centros de trabajo donde sea posible.
- Reestructurar el contacto con la población y el alcance comunitario mediante la acción de jóvenes promotores de salud en las localidades.
- Supervisar el cumplimiento de todas las medidas y/o recomendaciones para prevenir la transmisión.
- Distribuir permanentemente cubrebocas en el transporte público y vigilar su correcto uso durante los trayectos.
- Emitir recomendaciones al personal médico para evitar la polifarmacia y recomendar el uso de oxímetros.
- Implementar la utilización de medidores de CO2 (dióxido de carbono) en hospitales y demás centros donde se aglomeren personas.
- Implementar un programa que permita confinamiento seguro y voluntario a personas que viven en hogares hacinados y multigeneracionales, con el fin de evitar contagios masivos dentro de las familias.
Previo a la elaboración de las recomendaciones, se analizaron aspectos de la respuesta a la pandemia, como:
- Cobertura, infraestructura y recursos humanos heredados del sistema de salud por la administración federal actual.
- Sistemas de vigilancia de enfermedades infecciosas y capacidad de diagnóstico.
- Calidad de la atención.
- Estado de salud y perfil de enfermedades.
- Desigualdades en salud.
- Empleo, ingresos, pobreza y transporte.
- Efectos de la pandemia en ingreso, empleo y bienestar.
- Contención y mitigación de la epidemia.
- Gestión del desconfinamiento gradual.
- Uso de pruebas PCR dentro de las medidas de contención, mitigación y desconfinamiento.
- Fortalecimiento de la capacidad hospitalaria.
- Desarrollo de vacunas profilácticas contra SARS-CoV-2.
- Acciones para mejorar el monitoreo de la mortalidad.
- Protección del empleo, el ingreso y el bienestar.
- Comunicación de riesgos en emergencias de salud pública.
Las recomendaciones son el producto final del seminario “Reflexiones sobre la respuesta de México ante la pandemia de COVID-19 y sugerencias para enfrentar los próximos retos” en el que participaron 38 especialistas de 29 instituciones.
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