Se le da el nombre de Santos Inocentes, por la matanza celebrada en Belén justo a 4 días del nacimiento del niño Jesús. El objetivo era deshacerse de todos los niños menores de dos años, por el capricho del Rey Herodes, con el objetivo de matar al niño Jesús.
Según en el evangelio de San Mateo, los Reyes Magos se dirigieron a Belén para adorar al mesías, cuando el rey Herodes se enteró de lo ocurrido y con el temor de perder su trono, intento por todos los medios localizar al niño Jesús y deshacerse de él.
De esta manera, cuando los Reyes Magos regresaran, el Rey pediría la localización del pesebre, pero los reyes recibieron un mensaje de Dios contando las malas intenciones del Rey Herodes y no regresaron.
Fue entonces cuando al no saber quién era el niño Jesús, decidió matar a todos los niños menores de 2 años. Jesús se salvó gracias a que un ángel se le apareció a José, advirtiendo el peligro que corrían.
Por muchos años, Herodes vivió pensando que había acabado con el niño Jesús.
Desde entonces, la iglesia Católica festeja cada 28 de diciembre como la fiesta de los Santos Inocentes, para recordar la cruel matanza infantil.
En la actualidad, esta fecha se presta para hacer bromas pesadas o pedir dinero, diciendo al final de la travesura “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día en nadie debes confiar”.
