Un año de enormes desafíos para la niñez y adolescencia en México: ONU
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México, UNICEF, presentó su Informe Anual 2020, destacando los grandes desafíos en materia de derechos de la infancia y adolescencia frente a la pandemia por COVID-19, pero también las áreas de oportunidad para reimaginar el presente y el futuro de las niñas, niños y adolescentes en el país.
En 2020, UNICEF inició un nuevo programa de cooperación que establece las líneas de colaboración con el gobierno de México hasta 2025, y busca contribuir a la conformación de una generación de niñas, niños y adolescentes que hayan recibido una atención integral desde sus primeros años de vida y que, como resultado, crezcan saludables, educados, libres de pobreza, protegidos contra la violencia y con acceso a oportunidades, en igualdad de condiciones. Para alcanzar esta visión, la oficina de UNICEF en México está centrando su trabajo para los próximos seis años en cuatro áreas estratégicas: nutrición, educación, protección de la infancia y adolescencia, y protección social.
El primer año del nuevo programa de cooperación de UNICEF se vio enmarcado por la pandemia de COVID-19, un contexto que reafirmó el compromiso de la organización hacia la infancia y adolescencia en el país:
“Al inicio de la pandemia, se pensaba que los niños y niñas se verían menos afectados que los adultos; no obstante, más allá de los efectos en su salud, el COVID-19 ha afectado, sigue afectando y afectará sus vidas muy seriamente”, señaló Christian Skoog, Representante de UNICEF en México. “Ante la emergencia sanitaria, UNICEF redobló sus esfuerzos para poder atender simultáneamente su labor regular y los retos en materia de derechos de la infancia generados por la pandemia”.
Entre sus primeras acciones estuvo la diseminación de mensajes de prevención del contagio al igual que materiales de apoyo a familias para ayudarlas a gestionar los retos del confinamiento, y la colaboración con el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, para desarrollar la encuesta ENCOVID-19 Infancia que arrojó información clave sobre la situación en hogares mexicanos con niñas, niños y adolescentes.
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Una de las afectaciones más graves fue en los ingresos familiares y llevó a que 1 de cada 3 hogares con niños experimentase inseguridad alimentaria moderada o severa; es decir, carencia de alimentos o situación de hambre. Por ello, UNICEF, en colaboración con el Sistema Nacional DIF y aliados del sector privado, desarrolló la campaña “Alimentos saludables para cada niño” que llevó canastas de alimentos o tarjetas para la adquisición de éstos a más de 37,000 familias en Baja California, Estado de México, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco, entidades que presentaban elevadas tasas de incidencia y mortalidad por COVID-19.
El cierre de las escuelas obligó a más de 25.4 millones alumnos de educación básica a continuar sus estudios a través del programa “Aprende en casa”. Desde su inicio, UNICEF colaboró con la Secretaría de Educación Pública en el fortalecimiento del programa y el diseño de un plan de recuperación de aprendizajes, y apoyó a nivel técnico y emocional a cerca de 35,000 docentes, fortaleciendo sus capacidades frente a la enseñanza virtual.
Asimismo, en preparación a la reapertura de las escuelas, UNICEF desarrolló una plataforma digital para mapear el regreso a las aulas de las 233,163 escuelas de educación básica del país, y la estrategia “Salud en tus manos” que alcanzará a 845,000 docentes y más de 20 millones de estudiantes cuando reabran las escuelas.
La situación mostrada por la encuesta ENSANUT 2018 (más de la mitad de los 38.2 millones de niños, niñas y adolescentes en el país habían experimentado disciplina violenta en su hogar) se agravó con el aumento del estrés derivado de situación que vivieron muchas familias durante el confinamiento. De enero a junio, las llamadas al 9-1-1 por incidentes violentas aumentaron en 45.8% en comparación con el mismo semestre de 2019. Por ello, UNICEF contribuyó en el fortalecimiento de capacidades del personal del 9-1-1 y de la Procuraduría Federal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y las 31 procuradurías estatales. Adicionalmente, junto con el gobierno y el sector hotelero, estableció una red de alojamientos seguros para mujeres y sus hijos que sufrieron violencia durante la pandemia.
El flujo migratorio no se detuvo durante el año, y 11,514 niñas, niños y adolescentes, principalmente centroamericanos, fueron detectados por las autoridades migratorias en México, mientras que cerca de 12,549 niños y adolescentes mexicanos fueron repatriados desde Estados Unidos. Las oficinas de UNICEF en Tapachula y Tijuana continuaron brindando apoyo y capacitación a autoridades y profesionales en la primera línea de la protección de la infancia y adolescencia en situación de migración, y distribuyeron además insumos de limpieza e higiene personal, termómetros digitales e información sobre prevención de contagios en albergues, beneficiando a más de 7,000 personas. Además, más de 3,000 niñas, niños y adolescentes recibieron apoyo psicoemocional mediante actividades físicas, recreativas y deportivas bajo una modalidad virtual.
“La pandemia por COVID-19 ha puesto en riesgo una serie de logros clave obtenidos en México tras años de colaboración entre el gobierno, actores de la sociedad civil y organizaciones como UNICEF, por lo que hacemos hoy un llamado al país para unir esfuerzos en favor de cada niña, niño y adolescente,” señaló Christian Skoog.
“En 2021, UNICEF conmemora su 75 aniversario, momento que nos invita a reflexionar sobre los retos persistentes en materia de derechos de la infancia y adolescencia a nivel mundial. México atraviesa un momento que requiere de soluciones creativas, y lo que hagamos o dejemos de hacer hoy definirá el futuro de toda una generación, por lo que invitamos a la sociedad mexicana a enfrentar los retos del presente como oportunidades para el futuro, reimaginando un país caracterizado por el pleno cumplimiento de los derechos de todo niño, niña y adolescente, y trabajando para hacerlo posible”, enfatizó Skoog.
“Sabemos que contamos con nuestros donantes y aliados gubernamentales, de la sociedad civil, del sector privado y del sector académico, además de los niños, niñas y adolescentes en México, para hacer posible esta visión. Por el crucial apoyo recibido de diversos sectores del país durante todo 2020, muchísimas gracias”, concluyó el Representante de la organización en el país.
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