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Infarto cerebral tercera causa de muerte en México

En México, la incidencia de estos ataques ha pasado de los 60 años a los 45, por factores de riesgo como estilo de vida, estrés y mala alimentación.

Según datos oficiales, la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC), conocida como embolia, infarto o ataque cerebral, afecta a unas 250 mil personas cada año en México y es reconocida como la tercera causa de muerte en el país y de las primeras enfermedades en causar discapacidad en el mundo.

La edad, hipertensión, diabetes, colesterol alto, vida sedentaria, fumar, consumo de alcohol en exceso, obesidad y las enfermedades cardíacas son los principales factores de riesgo que pueden promover un ataque cerebrovascular. Otros factores incluyen el consumo de drogas -como la cocaína-, uso de anticonceptivos orales y condiciones genéticas o congénitas, especialmente anomalías vasculares.

Los ataques cerebrales pueden ocurrir a cualquier edad, sin emabrgo, el riesgo aumenta después de los 60 y 70 años. El grupo de mayor riesgo son los hombres, aunque las mujeres igualan el porcentaje después de los 55 años.

Los infartos cerebrales, se dividen en dos tipos: ataque cerebral isquémico (infarto cerebral), que es el más común; y la hemorragia cerebral, menos común pero con una mortalidad más alta. El primero es causado por un bloqueo a una arteria que suministra sangre al cerebro, mientras que la hemorragia cerebral es causada por la ruptura de una arteria, es decir, una hemorragia dentro de la masa cerebral. Aproximadamente, el 75 % de los ataques cerebrales son isquémicos y el 25% hemorrágico.

Entre los síntomas más frecuentes destacan: fuerte dolor de cabeza, debilidad o parálisis de un lado del cuerpo que ocurre generalmente en la cara, el brazo y la pierna, adormecimiento de un lado del cuerpo, pérdida de visión en un ojo o visión doble y dificultad para hablar.  Estos pueden durar segundos o minutos, y se recomienda que la persona que los presente sea atendida cuanto antes para poder evitar comlicaciones.

Prevención y cambio de hábitos

Una vez conocidas las causas del infarto cerebral, es vital emprender medidas de prevención, ya que el 80% de estos padecimientos podrían evitarse si se controlan estos factores de riesgo. Es por ello, que se recomienda llevar una dieta saludable, evitar las grasas, la sal, dejar de fumar, hacer ejercicios, no consumir alcohol  en exceso e intentar llevar un ritmo de vida más relajado.

Por su parte, la Dra. Lorena Cuellar, Médico Neurólogo vascular, recomienda “consumir regularmente antioxidantes como el Omega 5, debido a sus múltiples beneficios en la salud (como disminuir el colesterol malo y aumentar el colesterol bueno), ya que es considerado el antioxidante más potentes que se conoce en la ciencia moderna, el Omega 5 se puede obtener de manera natural y. a tavés de suplemtos como Granagard que continene esta sustancia activa en nonoparticulas que garantizan la absorción del componente al cerebro”

El cerebro, representa únicamente el 2% de nuestro peso corporal; sin embargo, necesita recibir el 20% de la sangre bombeada por el corazón y consume el 25% de la energía que necesita una persona. Por ello, cuando el aporte sanguíneo necesario para el buen funcionamiento neuronal falla, nos encontramos ante un infarto cerebral.

Desde mediados de la década de los 90, los infartos cerebralea en personas menores de 45 años han aumentado, un 53%, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). En gran medida por los ajetreados estilos de vida modernos.

 

 

 

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