Actualización en los estándares de cuidado en diabetes
LaSalud.mx .-El Dr. José Gotés Palazuelos publicó un comentario en la revista Medscape sobre los cambios en la atención a la diabetes, enfermedad que es una las principales causas de insuficiencia renal.
En nuestro país, esta última tiene una prevalencia de casos conocidos de 10.3% de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018; hoy, probablemente se encuentre cercano o superior al 15%, explica el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Francisco Javier Gómez Pérez.
Así, el Dr. José Gotés Palazuelos refiere que, como cada año, los estándares de cuidado en diabetes son revisados por un comité de expertos y después se actualizan con los datos más relevantes para la atención de las personas que viven con diabetes.
Tratamiento en diabetes
Una de las gráficas que más se revisan a lo largo del año es la relacionada al algoritmo de tratamiento de las personas con diabetes de tipo 2. En la edición de 2021 la primera línea del algoritmo mencionaba a metformina como terapia de primera línea. En 2022 se recomienda que la terapia de primera línea se adapte a comorbilidades, características clínicas y posibilidad de acceso a los fármacos y se señala que dentro de este tratamiento es muy probable que se incluya metformina.
Como podemos observar, la recomendación se ha modificado tomando en consideración los datos de beneficio cardiovascular con algunas clases, como los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa de tipo 2 y los análogos de péptido 1 similar al glucagón en personas con diabetes y alto riesgo cardiovascular, además se acerca a lo que ha sido propuesto por otras sociedades, como la European Society of Cardiology (ESC).
Este cambio permite que se revisen todas las opciones farmacológicas desde un inicio de la terapia, que si bien es algo que debía de hacerse desde antes de esta recomendación, la idea persistente de metformina “siempre de primera línea”, podría haber limitado a algunas personas a recibir un tratamiento adecuado acorde a sus comorbilidades. Ahora, en este mismo algoritmo se mantienen las avenidas terapéuticas ya conocidas para los pacientes con alto o muy alto riesgo cardiovascular, aquellas en las que se quiera evitar hipoglucemia; favorecer la pérdida o evitar la ganancia de peso y en donde el acceso o costo sea una consideración muy relevante. La única diferencia es que en la edición de 2022 se subraya la importancia de decidir el tratamiento más eficaz y adecuado para las comorbilidades del paciente incluso en estas avenidas.
Asimismo, creo que se hace una exploración más amplia a los esquemas de insulinoterapia para pacientes con diabetes de tipo 1. Esto es un acierto, dado que se facilita la lectura de los diferentes esquemas de tratamiento con insulina, ya sea en infusión continua con bomba o con inyecciones. Además me parece patente que la American Diabetes Association sigue impulsando el uso de bomba de insulina para la mayoría de los pacientes con diabetes de tipo 1, con base en los resultados de metanálisis que muestran el beneficio en reducción de hipoglucemias, en especial con los nuevos sistemas híbridos de asa cerrada.
Esto por supuesto tiene la dificultad de adopción en algunos países por el aspecto del acceso, por lo que al momento no es una recomendación que pueda ser generalizable. Por último, vale la pena recalcar la adición de las indicaciones para el reemplazo de las células beta por medio del trasplante de páncreas completo o del trasplante de los islotes pancreáticos.
Como punto adicional, es importante mencionar que los estándares de 2022 continúan adoptando la idea de un análogo de péptido 1 similar al glucagón como primer inyectable y si se requiere insulina se sugiere la combinación terapéutica fija de insulina basal y análogo de péptido 1 similar al glucagón por eficacia clínica.
DZ